Más de cien espectadores se han acercado al Festival de cine vasco, catalán y gallego de Birmingham
Durante el mes de mayo, se ha ofrecido la oportunidad de ver la película catalana «Elisa K», el film vasco «80 egunean» y el gallego «Crebinsky» en el centro de arte Midlands Arts Centre, y los directores de las películas fueron los encargados de presentarlas.
Organizado por la Universidad de Birmingham, por primera vez se ha celebrado un Festival de cine vasco, gallego y catalán en el célebre centro de arte Midlands Arts Centre, al que se han acercado más de cien espectadores. Los mismos directores presentaron las películas, galardonadas varias veces. Tras las proyecciones, se organizaron debates en los que los espectadores pudieron hacer preguntas a los directores.
El festival comenzó con la proyección de la película elogiada «Elisa K», dirigida por los catalanes Judith Colell y Jordi Cadena. En el film se estudian los efectos traumáticos que deja la vivencia de abusos sexuales durante la infancia. La protagonista de este trabajo producido en catalán, que es una adaptación del libro «Elisa Kiseljak» de Lolita Bosch, es una niña de diez años, Elisa, quien tras ser violada por un amigo de su padre, intenta esconder y olvidar el «suceso» en el subconsciente. El director Jordi Cadena respondió con gusto las preguntas que en el debate se le hicieron, sobre la relación entre la trama del relato y los recursos cinematográficos para contarla.
El representante del cine vasco fue el film varias veces aclamado «80 egunean», dirigido por Jon Garaño y Jose Mari Goenaga. «80 egunean» es un relato sincero y de buen humor, que trata sobre la relación de amor que surge entre dos mujeres de 70 años, que tras 50 años sin saber la una de la otra, se encuentran accidentalmente. El director Jon Garaño habló después sobre esta encantadora historia que trata las relaciones homosexuales entre personas mayores.
Finalmente, el film gallego «Crebinsky» fue la última película que se proyectó en el Festival. Los hermanos Crebinsky y su vaca crecen al pie de un faro, sobreviviendo con lo que recogen del mar: cosas como las «crebas». Aislados de los acontecimientos bélicos que sacuden la España de 1940, crean su propio mundo: un universo peculiar de realismo fantasioso. Relacionado con ese universo, los espectadores hicieron varias preguntas al director Enrique Otero.
