Según el Balance hecho público por la organización y que os ofrecemos a continuación, más de 20.000 personas han sido espectadores o asistentes a las distintas actividades del XI Festival Madrid Sur, superando la media de la edición anterior. Cada año, hemos procurado que la programación de espectáculos, debates, exposiciones y talleres girara en torno a un tema vinculado a la vida social, del Madrid Sur, de España y del ámbito mediterráneo. Elección que nunca ha excluido la búsqueda de espectáculos artísticamente rigurosos, dotados de un nivel de experimentación, capaces, por tanto, de enriquecer a un tiempo la sensibilidad y el juicio crítico, en el orden escénico y en el social.
Bajo el título general 1936- 2006 Por la paz, el XI Festival ha querido preguntarse hasta qué punto los treinta años de nuestra actual democracia, tras una guerra civil y cuatro décadas de Dictadura, no han supuesto una oportunidad, excepcional, de confrontación pacífica entre posiciones discrepantes. Mantener y afirmar esa realidad, defender y argumentar las distintitas visiones de España sin demonizar al adversario ni atribuirse la encarnación del Bien y la Verdad, confiar en las decisiones que emanen de las instituciones democráticas, corregir las maniobras encaminadas a silenciar o torcer la opinión pública, incluir en la educación cuanto ayude a la formación ciudadana –con especial atención a las enseñanzas del humanismo, incluido el arte– son exigencias de una nueva época en la que, aún siendo distintas las circunstancias en muchos órdenes, siguen sonando los viejos clarines de la incitación a la violencia. Una incitación globalizada –vinculada a unos intereses definibles– que, en nuestro país, inventa o estimula pretextos para manifestarse, paralelamente a una realidad internacional repleta de sangrientos y estériles conflictos. De manera que aun cuando nuestro XI Festival, como todos los anteriores, sea una petición de paz y de solidaridad, supone también una llamada de atención a quienes igualan el diálogo con el catastrofismo.
Los numerosos espectáculos se han agrupado en varios apartados: el titulado Ecos de Guerra y Esperanza, directamente ligado al tema del Festival y poblado por una serie de personajes fundamentales en el imaginario colectivo, que van desde Federico García Lorca, setenta años después de su asesinato, a Bertolt Brecht, desde Sófocles al norteamericano Dalton Trumbo, desde la II República a la historia del Guernica picasiano. Un segundo ciclo se alimentó con espectáculos temática y formalmente “mediterráneos”, donde la danza, la música y el Shakespeare “italiano” fueron sus signos de identidad. En otro ciclo, volvió a estar Marruecos en el Festival, como expresión de nuestra voluntad de acercarnos a quienes son nuestros vecinos y con quienes tenemos tantos vínculos, históricos y, por la emigración, contemporáneos. Un cuarto ciclo agrupó hasta cinco espectáculos presididos por una de las razones éticas y políticas más caras a nuestro Festival: La llegada del otro, la necesidad de romper nuestra amurallada identidad para descubrir la cultura y la existencia de quienes, por ser distintos, nos enriquecen. Y, todavía, ES O6 Madrid Sur a Escena, mostró el trabajo de los mejores grupos de la zona; un ciclo evocó las versiones lorquianas de los clásicos al frente de La Barraca; la III Semana de Cine acercó a los espectadores a largometrajes y cortos que hablaron, esta vez desde la pantalla, de los efectos de las guerras en la vida de las personas; las Jornadas de la Universidad Carlos III reflexionaron sobre los caminos de la paz y el diálogo; y se concedió el Premio Madrid Sur. En definitiva, el esfuerzo de siete ayuntamientos, un grupo de gentes de teatro y un puñado de compañías, de varias Comunidades Autónomas españolas y países mediterráneos, para volver a decir, a través del arte, golpeando la imaginación y la memoria, que hemos de escucharnos y resolver democráticamente nuestras diferencias.
Y de nada hubiera valido el empeño de no ser correctamente entendido por el amplio sector social que alimenta y da sentido al Festival Madrid Sur. Sector en el que incluimos tanto a los espectadores como a los medios de comunicación y a los distintos municipios e instituciones que hacen materialmente posible el Festival. El sentimiento de haber sobrepasado la mera declaración de propósitos y haber hecho del XI Festival una experiencia colectiva a favor de la paz constituye, dentro de los límites de nuestro trabajo, el mejor balance del Festival. Un balance que empieza, obviamente, por subrayar el protagonismo colectivo de cuantos han participado en el Festival.
José Monleón
Director del Festival /Fundación Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo
En términos concretos, destacamos:
1.- Cumplimiento riguroso del programa que ha supuesto la participación de 34 compañías que han realizado 60 actuaciones.
Ecos de guerra y esperanza , en el que han participado 10 compañías, con artistas de Chile, Francia, Portugall, Italia y las comunidades españolas de Andalucía, Extremadura, País Vasco, Cataluña y Madrid.
Mediterráneos, en el que se han ofrecido cinco espectáculos, con participación de creadores de Valencia, Castilla-La Mancha, Cataluña y Andalucía, que han colaborado con otros procedentes del Magreb.
Presencia de Marruecos, en cuyo marco se presentaron cuatro espectáculos de teatro, danza y música sobre la realidad marroquí y su relación con España.
La llegada del Otro, seis fueron las propuestas en esta edición. Desde las Fiestas de la Infancia, que este año incluyeron la invitación a una docena de escolares venidos de Casablanca, hasta el estreno de La marea de los fantasmas, realizado con actores andaluces y senegaleses.
Madrid Sur a Escena: Consolidación del nuevo formato iniciado en el pasado Festival, con la pretensión de ofrecer un espacio al movimiento teatral de la zona, potenciar la proyección de sus mejores trabajos, y facilitar el encuentro y el debate entre sus miembros. La relación de premiados en esta edición fueron:
Premio al mejor espectáculo (dotado con 4.000 €) a la obra Helecho diferencial, de la Compañía Carpe Diem de Aranjuez.
Premio a la mejor interpretación (dotado con 600 €) a Marta Álvaro por su interpretación del personaje de Paquita de la obra María Sangrienta, de la Compañía El Unicornio Azul Clarito de Rivas Vaciamadrid.
Premio a la mejor dirección (dotado con 600 €) a Nadia Rodríguez por Palabras Encadenadas, de la Compañía Entreparéntesis de Fuenlabrada.
Premio a la mejor concepción escenográfica (dotado con 600 €) a Isabel, Reina de Corazones, por la Compañía Menecmos de Leganés
Premio del público (dotado con 600 €) a Las estatuas, por la de la Compañía Es Ojo Porque Te Ve de Alcorcón.
Las rutas de La Barraca contaron, en el homenaje a la iniciativa impulsada por Federico García Lorca, con las actuaciones del Aula de Teatro Universitario de Murcia y del Grupo de Teatro de la Universidad Carlos III.
Jornadas Los caminos de la paz, en la Residencia Fernando de los Ríos de la Universidad Carlos III de Madrid.
2.- Consolidación del cine en la programación regular del Festival con la celebración de la III Semana de Cine por la Paz, que supuso, junto al estreno de algunos de los films seleccionados, la presencia de la mayoría de los realizadores de los largos y los cortos presentados y de destacadas personalidades del mundo de la cultura y la política españolas. Se mantuvo además la colaboración con el Festival de Cortometraje de Leganés, en el marco del apoyo, que desde el Festival, se da a los artistas locales.
3.- Respuesta, una vez más, solidaria y atenta del público, que ha abarcado una representación de muy distintos sectores de la sociedad: desde los niños de los centros escolares a un público adulto y habitual, pasando por un incremento del espectador joven. En cifras, ello supone que más de 20.000 personas han sido espectadores o asistentes a las distintas actividades del XI Festival, superando la media de la edición anterior.
4.-Presencia de compañías y creadores de distintos países y culturas, afirmando la dimensión internacional del Festival Madrid Sur, bien en compañías propias o participando en coproducciones: Una madre Coraje en el Purgatorio (España-Chile-Francia); Nunca estuve en Bagdad (España-Portugal); Mediterránea (España- Sudán-Marruecos- Argelia); Náufragos (España-Portugal); Comedia sin título (Marruecos-España); Harragas (Marruecos-España): Bnat Marrakecht (Marruecos); Darga (Marruecos); La marea de los fantasmas (Senegal-España); Fuera, fora, dehors… (Francia – España – Portugal – Marruecos)
5.- Coproducción, desde el Festival Madrid Sur, de varios de los espectáculos presentados: Johnny cogió su fusil; Cancionero republicano, y La marea de los fantasmas.
6.- Compromiso, desde la dirección del Festival, de apostar por nuevas producciones. En este sentido, destacar que de las 34 compañías que han participado en esta edición, nueve presentaron estrenos absolutos, otras tres era la primera vez que mostraban su trabajo en España. Para el resto el Festival ha supuesto la oportunidad de estrenar sus espectáculos – algunos recién producidos – en la Comunidad de Madrid.
7.- Atención a las propuestas escénicas de otras Comunidades Autónomas españolas, a través de la programación de las compañías: Karlik Teatro y Suripanta (Extremadura); Centro Andaluz de Teatro, Atalaya, La Canela Teatro y Negro Producciones (Andalucía); Mascarada (País Vasco); Senza Tempo y Sol Pico (Cataluña): Compañía Mestizarte (Castilla-La Mancha); Arden Producciones (Valencia); Res de res (Baleares).
9.- Fallo del VI Premio para Textos Teatrales. El Premio, en esta edición, lo obtuvo Joaquín Melguizo, con su obra La otra historia de Ana K. El Jurado estuvo integrado por José Monleón, Santiago Trancón y Sonia López.
10.- Atención de los medios de comunicación, que han subrayado la personalidad del Festival, reflejando siempre su rigor estético y sus objetivos sociales.
11.- El afianzamiento y ampliación del Festival por el nivel de respuesta ya señalado, por el cumplimiento de los compromisos contraídos por los municipios y por la incorporación de Rivas Vaciamadrid.
