Maskarada estrena ‘Extra (Stones in his pockets)’ de Marie Jones
En el año en que ha cumplido un cuarto de siglo de existencia, la compañía bilbaína Maskarada vuelve a la carga con el estreno los días 1 y 2 de diciembre en sus versiones de euskera y castellano en el Teatro Arriaga de Extras (Stones in his pockets), una obra escrita por la irlandesa Marie Jones en 2001 y que ha obtenido dos Premios Olivier, tres nominaciones a los Tony y hasta cinco en los Molière en las diversas producciones que se han realizado por todo el mundo, desde Nueva Zelanda a Canadá, pasando por Francia, Inglaterra, Hong Kong, Austria y México. Borja Relaño
A través de esta última, intrigado por el título –al igual que le pasó hace años con El cartero de Neruda–, el director de Maskarada Carlos Panera entró en contacto con esta obra de Jones fundamentada en el contraste entre mundos diametralmente opuestos.
La historia está localizada en una aldea de la Irlanda rural cuya tranquilidad se ve interrumpida por una invasión de trailers y caravanas. Allí se va a rodar una gran superproducción de Hollywood, con sus estrellas del celuloide, así como toda una corte de ayudantes y gremios del mundo de la industria cinematográfica que deslumbra a Charlie y Jake, dos anónimos lugareños encuentran entre todo ese revuelo una oportunidad única de salir de la miseria y de la rutina, de ver de cerca el mundo que más anhelan. Así, en palabras del director, Extras retrata “el contraste entre el mundo imaginario de las películas, el gran sueño americano, y la realidad de la vida cotidiana, del esfuerzo que hay que hacer para sacar adelante un pequeño negocio con el que sobrevivir”. Con ello, los miembros quieren ahondar en el mundo del cine, en la existencia de esos secundarios polivalentes que hacen posible la creación artística, realizando una crítica al vasallaje cultural.
Dos son superproducción
El actor Gorka Mínquez es Charlie y Jose Mari Pertusa, Jake. Y si bien la historia hace referencia a una superproducción, la forma de escenificarla dista mucho de ello, porque ambos intérpretes se encargan, a su vez, de representar al resto de personajes que intervienen en la obra: convecinos y cineastas, hasta un total de quince. Esta forma de abordar el espectáculo es uno de los aspectos más interesantes para el director ya que tienen que realizar cambios de personaje constantes. “Teatralmente no hay trucos, nada que se salga del tiesto. Cuando uno tiene que darse la réplica a sí mismo las evoluciones de los personajes son instantáneas. Hay que tener en cuenta que el actor no puede salir a caracterizarse y hay cosas que ya vienen dadas por la obra en sí. A niveles de ejecución no creo que en las diferentes producciones que se han realizado de la obra haya diferencias sustanciales”, opina el director.
Reconversión rural
Panera define Extra como una tragicomedia, al estilo de El cartero de Neruda. “En la obra de Skármeta ocurría algo similar. Parecía que todo iba de risa, hasta que llega un punto de inflexión en que la cosa se pone grave, empieza a tomar un cierto calado. Aquí ocurre eso. Los peronajes se mueven entre la parodia y la seriedad. Teatralmente está muy emparentado con el teatro de Dario Fo. Es cómico, a veces dramático, comprometido y tiene un punto cercano a la comedia dell’arte en cuanto a la ligereza en el cambio de personajes”. De hecho, el título original de la obra hace referencia a ese momento determinado en que la obra pasa de ser una comedia a hablar de problemas reales, donde se habla de un impás en el modus vivendi del medio rural, de reconversión económica de una zona, por lo que han optado por mantener el emplazamiento original de la obra, los bellos parajes de Irlanda que tanto seducen a los productores de Hollywood, en tanto que estéticamente, la puesta en escena que proponen los integrantes de Maskarada se sitúa en un espacio abierto, “un poco surrealista, un exterior de un rodaje que al mismo tiempo es escenografía”.