Media docena
¿Es sostenible una compañía, grupo o empresa con sólo doce actuaciones fuera de su comunidad en este año 2014? Por mucho que se intente hacer creer que Platea es la panacea (perdón por el pareado), lo cierto es que ya empiezan a darse cuenta algunos agentes afectados de que se trata de un placebo. De una ocurrencia que ha servido para mantener entretenidos con inscripciones, carpetas y contactos a los diferentes gremios, pero que al final va a quedarse todo en aguas de borrajas. O peor aún, en agua estancada, envenenada que no fluye y que va a dibujar un mapa de complacencias que no va a ser fácil recomponer en los próximos años.
Pero bien mirado, media docena de bolos, para muchos, es un objetivo casi imposible. Y más con una gran excusa como es Platea. Es decir, antes no había actuaciones, ahora, esa media docena de media por cabeza y solamente dentro de Platea, lo demás desaparece con el aplauso general de la profesión que una vez más ha tragado el anzuelo y se queda con cara de satisfacción, pensando que «a mí me han salido doce bolos», pero que en realidad, a excepción, gloriosa excepción y plausible excepción, con el teatro de calle que por primera se contempla dentro de acciones de esta índole, no han abierto mercados, sino que allá donde antes iban de manera habitual, ahora van a través de Platea. ¿Se ha ganado algo? Veremos.
En los propios teatros, salas, casas de cultura, en la parte contratante para entendernos, los programadores, la sensación es de sorpresa, aprovechan, no ampliando el número de actuaciones que iban a programar, sino rebajando riesgos, abaratando la misma. Conozco a más de uno que ha debido quitar compromisos adquiridos, retrasarlos para ser exactos, para meter los que le han tocado en el cupo. ¿Esto ayuda a crear seguridad o perpetúa la inseguridad? Si los responsables políticos, que son los que deciden el presupuesto que otorgan para la gestión de los teatros municipales, ven que se puede hacer lo mismo (a su entender pues solamente les interesa los números), con menso dinero, ¿por qué van a dar más recursos a su teatro en los próximos ejercicios?
Supongamos que se mantiene esta Platea, al menos durante lo que queda de esta nefasta legislatura de Wert y el invisible Lasalle, ¿no sería además una manera de restar competencias a los ayuntamientos, de quitarles libertad de elección, de programación? Estos ultraliberales hacen políticas intervencionistas asombrosas, seleccionando, apartando, puliendo desde el centro de todos los centros, desde Madrid, la oferta. Increíble. Dentro de la obsesión recentralizadota del desgobierno del señor Rajoy es una jugada perfecta, porque además crea dependencia.
Ha sido muy curiosa la urgencia en hacerse fotos los responsables del INAEM con cargos de la Generalitat catalana, indicando que algunos teatros catalanes participaban en Platea. Me da mucho qué pensar. ¿Por qué lo hacen si en teoría no debe entrar el ministerio en territorio catalán en asuntos culturales? Por el dinero. La pela es la pela. Nada más que por un dinero sacado de repente de un fondo no existente en los presupuestos generales y que se está utilizando como un pasquín electoral más.
Quedan muchas más dudas, ¿se gastarán los seis o siete millones de euros que anuncian en el INAEM? Si no se gastaran o gastasen, ¿a dónde irían los excedentes? Si alguien contestase esta pregunta, a lo mejor entenderíamos mejor esta acción tan aparatosa, tan precipitada, tan propagandística y que va a reventar, a mi entender, todavía más los circuitos, las redes, porque no está pensada ni valorada, sino que se va de ocurrencia en ocurrencia con complicidades que algún día descubriremos. Se trata de meter dinero al sector, como dicen los del oligopolio. Pues adelante, que les aproveche, pero deberíamos ir pensando en acciones de carácter político y regladas que de verdad ayuden a consolidar el sector, a generar públicos y a obtener presupuestos solventes y estables en los teatros. No esta rifa que en ocasiones da risa, cuando no vergüenza.