Mensaje del Día Mundial del Teatro 2024, a cargo del dramaturgo noruego Jon Fosse
Mañana, miércoles 27 de marzo, se celebra el Día Mundial del Teatro, una iniciativa impulsada por el Instituto Internacional del Teatro (ITI).
Mensaje del Día Mundial del Teatro 2024 a cargo del dramaturgo Jon Fosse, Premio Nobel de Literatura 2023.
«Cada persona es única y, al mismo tiempo, como todas las demás. La apariencia, se puede ver, es cierto, pero también hay algo dentro de cada persona que le pertenece, que la hace única. Podemos llamarlo alma o espíritu, o bien, podríamos no ponerle palabras, simplemente dejar que este ahí.
Al mismo tiempo que somos diferentes, también somos iguales. Las personas de todo el mundo somos fundamentalmente iguales, sin importar qué lengua hablemos, qué color de piel o de cabello tengamos.
Quizás esto sea una especie de paradoja: que somos completamente iguales y diferentes al mismo tiempo. Tal vez una persona es paradójica en su conexión entre el cuerpo y el espíritu, entre lo terrenal y tangible y lo que trasciende los límites materiales y terrenales.
El arte, el buen arte, consigue a su manera y de forma fabulosa reunir lo absolutamente único con lo universal. Nos permite entender la diferencia entre lo extraño y lo universal. Al hacerlo, el arte trasciende las fronteras de los lenguajes y los límites geográficos. Reúne, no solo las cualidades individuales, sino también las características de un grupo de personas, por ejemplo, las naciones.
El arte no se expresa provocando que todo sea igual, por el contrario, nos muestra nuestras diferencias, aquello que es ajeno o extraño. Todo buen arte contiene precisamente eso: algo extraño, algo que no podemos comprender completamente y que, sin embargo, entendemos de cierto modo. Contiene lo enigmático, algo que nos fascina y por lo tanto nos lleva más allá de nuestros límites y así crea la trascendencia que todo arte debe contener y a la cual conducirnos.
No se me ocurre una mejor manera de unir los opuestos. Es exactamente el enfoque inverso al de los conflictos violentos que vemos a menudo en el mundo, que alimentan la tentación destructiva de aniquilar todo lo extraño, todo lo único y diferente, comúnmente utilizando los inventos más inhumanos que la tecnología ha puesto a nuestra disposición. Hay terrorismo en este mundo. Hay guerra, puesto que la gente tiene un lado animal que lo lleva a ver lo extraño como una amenaza a su propia existencia, en lugar de ver el fascinante enigma que eso representa.
Y entonces lo único, lo diferente que es universalmente comprensible, desaparece. Dejando atrás una semejanza colectiva donde todo lo diferente es una amenaza que debe ser erradicada. Lo que vemos desde fuera, se ve como desigualdad; por ejemplo, las religiones o ideologías políticas se convierten en algo que debe ser derrotado y destruido.
La guerra es la batalla contra lo que yace en lo mas profundo de cada uno de nosotros: lo único. Y es una batalla contra todo arte, contra la esencia mas íntima de todo arte.
He hablado del arte en general, no del arte teatral en particular, esto se debe a que todo buen arte, en el fondo, gira en torno a lo mismo: tomar lo singular y específico para hacerlo universal. Articula en su expresión artística aquello único con lo universal: no eliminando lo singular, sino enfatizándolo; dejando que lo extraño y lo desconocido brille claramente.
Es tan simple como que la guerra y el arte son opuestos, que la guerra y la paz son opuestos. El arte es paz».
Hola yo una simple teatrera,me siento identificada con las palabras muy bien escritas por tan ilustre director de arte essenico, el arte es asi , con lo mas sencillo trasnmite, conmueve, y se revela lo que llevas en el alma,
Uma pasion teatral la llevas en la sangre aunque ningunos de tus antepasados piso jamas un escenario, guardo dentro de mi esa pasion esa maravilla que hace sentir que eres otro ser hablar, caminar sentir dolor , reir y cantar , o cambiar de sexo segun el personaje qdel casting que te toco, es por eso que hoy brindo mis plausos a todos los que comparten este maravilloso arte y me rindo a sus pies sr Director.
Y, como tal, ha de interpelar a los poderosos frente a la guerra, frente a todas las guerras, frente a cualquiera de sus múltiples formas, frente a todo tipo de violencia.
El arte toca las emociones, los sentimientos y el corazón permitiéndonos volar, sintiendo la maravilla de la vida. Paz en movimiento, transformándonos.
Muy buena reflexión y es labor de todos los que nos dedicamos al arte teatral, buscar los espacios de igualdad y como lo he enseñado en muchos años dedicado al teatro y la educación es que “ nadie sabe más de teatro que todos juntos” así construimos y contribuimos a la tan añorada paz, trabajando juntos y llevando al escenario nuestras igualdades y diferencias !!
Muchas gracias.
Lo comparto totalmente.
El arte y la paz van unidos.
Necesitamos el arte teatral para reflejar nuestras fortalezas y nuestras miserias.
Porque asi nos ayudaremos a vernos como seres iguales en las deiferencias que nos enriquecen y nos hacen mejores al respetarnos, cuidarnos y aceptarnos como herman@s en este hermoso Planeta Tierra que necesita ahora con urgencia de nuestro amor y cuidados para habitarlo en Paz.