Mesa de trabajo: reglamentación sobre suelos de danza: ¿obligación o necesidad?
Dentro del Festival Madrid en Danza, ayer se llevó a cabo una mesa de trabajo en torno a los suelos de danza y la necesidad de una reglamentación y compromisos políticos para asegurar una actividad sin consecuencias negativas para la salud de los bailarines. ‘Al igual que un nadador experto en saltos de trampolín se niega a saltar si la piscina no tiene una profundidad segura, un bailarín debería exigir siempre un suelo adecuado que le permita su uso sin consecuencias negativas para su salud’. Robert Keith Dagger, Presidente del grupo Harlequin.
Cada vez más existe una mayor concienciación de los profesionales de la danza en España y frente a futuros proyectos de instalaciones para nuevos espacios de danza, y la necesidad de dotarlos de los medios adecuados para el ejercicio de su actividad de una forma segura tanto a nivel profesional, amateur o como disciplina académica. Por ello el Festival internacional Madrid en Danza organizó, a iniciativa del grupo Harlequin, líder mundial e inventor del tapiz de danza, una jornada de trabajo en la que participaron médicos expertos en lesiones de bailarines, representantes de conservatorios, escuelas municipales de danza, organismos públicos, arquitectos y bailarines (entre otras la famosa bailadora y directora de compañía María Pagés).
Los doctores Boni Rietveld, cirujano ortopedista holandés que se dedica exclusivamente a operar a los bailarines y a los músicos de toda Europa, y Dr. Juan Bosco Calvo, profesor de anatomía humana en la Universidad de Alcalá de Henares, y especializado en las lesiones de los bailaores de flamenco, expusieron distintos aspectos sobre las lesiones en el mundo de la danza y las posibles medidas de prevención.
Después de las diferentes exposiciones de cada uno de los participantes comentando sus experiencias sobre el uso de los suelos de danza en España, se llegaron a las conclusiones siguientes:
1) En España, a diferencia de países como Francia, existe un vacío legislativo en materia de suelos de danza. Solo existiría una referencia confusa “sobre que las salas deberían estar equipadas de un pavimento flexible”, siendo opinión unánime de todos los participantes, que es un término poco claro y muy subjetivo.
2) Se señaló que muchos de los espacios destinados para la Danza construidos por dinero público, no se están construyendo con los suelos adecuados, bien por desconocimiento de los profesionales que los proyectan o construyen, bien por necesidades de presupuesto.
3) Se apuntó asimismo, que el uso de suelos inadecuados pone en peligro la salud de quienes a corto, medio o largo plazo, los han utilizado tanto de forma profesional como amateur, y tanto para la danza como para otras disciplinas.
Dicho lo anterior, se llegó a la conclusión final que una normativa sobre suelos de danza y disciplinas afines, sería no sólo una necesidad para los que los utilizan y una obligación para los políticos.