Opina la autora teatral Angélica Liddell que en estos tiempos el decoro y la corrección han reemplazado a la censura, del mismo modo que los hipócritas han usurpado los iconos ideológicos y en lugar de la verdad se prefieren los tópicos. Contra este panorama se rebela ella en el texto Mi relación con la comida, que obtuvo el XIII Premio SGAE de Teatro 2004 y que, además, acaba de aparecer publicado, con el número 151, en la colección Teatroautor, que edita la Fundación Autor. Con esta obra se reanuda el XI Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas tras el parón navideño. La lectura tendrá lugar en la Sala Manuel de Falla de la SGAE en la calle Fernando VI, 4 de Madrid. La obra es un acto de provocación que intenta resolver, desde el pesimismo, el conflicto existente entre el desprestigio de la utopía y la reconstrucción ética. El texto está concebido como un monólogo pronunciado por una autora a la que un productor invita a comer para hablar de una de sus piezas teatrales. El personaje masculino está presente exclusivamente en las palabras de ella, pues es a él a quien dirige sus diatribas, sus propios recuerdos familiares o sus reflexiones en torno a los más variados asuntos. “¿Es necesario que coma con usted? ¿En ese lugar? ¿Es absolutamente necesario? ¿Es necesario para mi obra?” De este modo comienza Mi relación con la comida. La única protagonista de la obra habla con crudeza, con rabia, sin cortapisas, conformando un discurso directo, que persigue remover al espectador en sus butacas.
La idea y la dirección de la puesta en escena de este texto es de Fernando Renjifo. La realización de Marta Azparren, Alberto Núñez y el propio Renfijo. La voz corresponde también a Alberto Núñez y el montaje pertenece a Francisco Slade. La entrada a la sala es libre hasta completar el aforo.
