Críticas de espectáculos

Mi suicidio/Henri Roorda/Tanttaka Teatroa

Luz antes del oscuro
Obra: Mi suicidio
Autor: Henri Roorda
Intérprete: Mario Gas
Escenografía: Fernando Bernués, Mario Gas
Iluminación: Xabier Lozano
Dirección: Fernando Bernués
Producción: Tanttaka Teatroa
Antzokia Zaharra –Donostia- 27-12-02
Conocemos el final de la historia: el lúcido profesor que ante nosotros nos demuestra su contradicción de clase media, que acepta el mundo en el que vive pero al que disecciona para mostrarnos el absurdo de algunas grandilocuencias manejadas por los políticos o por los científicos, una vez escrita su obra, se suicidó. Esta ausencia de inquietud por el desenlace nos sitúa mejor ante el texto, en lo que dice, en todo ese desgarro que impregna este análisis de un filósofo ante una ecuación, en ese cruce de nostalgia y confesión en que se convierte un texto escrito para su lectura que ahora lo vemos hecho cuerpo teatral, textualidad a cargo de un actor, Mario Gas, que le dota de aplomo, presencia y sonoridad, pero que ante la propuesta debe realizar un ejercicio de apropiación todavía no conseguido.
El día del estreno el texto llegó demasiado masticado, posiblemente como propuesta, cada frase era una sentencia, y en muchas ocasiones la densidad del contenido requiere este tratamiento magnífico, pero su insistencia hace perder efectividad al recurso, quedando todo excesivamente plano, sin apenas transiciones en el estado emocional.
Hay que insistir en el estreno, en la trascendencia del hecho de poner en pie este texto, todo con las lógicas pegas encontradas que no empece para nada la valoración general, excelente en el sentido de apartarse de la vacuidad actual de los escenarios, de proponer un texto en donde la reflexión es parte fundamental de la participación del espectador y en donde la calidad presente irá conformando algo que aventuro debe volar bastante más alto y todo depende de que Mario Gas se deje llevar, que tenga la seguridad suficiente para alimentar esa luz que se intuye antes del oscuro final. Todos los elementos están a su servicio, especialmente la dirección, que seguramente deberá regular los movimientos y el uso del patio de butacas para encontrar mejor ritmo interno.
Carlos GIL


Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba