Miedo
Desde que era niño y despertaba por alguna pesadilla de un monstruo bajo mi cama, que no sentía este miedo inexplicable ante lo improbable.
Siendo niño lleno de desconocimientos algunos miedos ilógicos pueden ser comprensibles pero ahora de adulto, ¿qué me está pasando?
¿Cuál es el misterio? el miedo es una de las más poderosas sino la más poderosa de las herramientas de manejo conductual. Es un instinto de conservación de la especie que a pesar de nuestra pretendida evolución intelectual, sigue intacto. Oculto tras un velo de urbanidad y buenas costumbres pero siempre ahí, listo para modificar nuestro accionar ante una amenaza.
Al sentirnos amenazados, nos olvidamos del resto y nos concentramos en la amenaza para tomar las medidas de resguardo evitando así el ser vulnerados. Por más débiles que seamos, movilizamos todos nuestros recursos para optimizar la defensa.
Después de comer, la sangre llega de mejor manera al sistema digestivo desmejorando la irrigación de otras partes del cuerpo como el cerebro, razón por la cual nos da sueño, de igual manera por miedo, nuestros pensamientos se concentran en la amenaza y se olvidan momentáneamente de otros aspectos de nuestra vida.
Que útil es entonces desviar el pensamiento de toda una población en beneficio de quienes siembran miedo para cosechar resultados.
El Center for Public Integrity afirmó que el gobierno del presidente Bush hizo un total de 935 declaraciones falsas entre 2001 y 2003 sobre la supuesta amenaza de Irak a los Estados Unidos por el posible uso de armas de exterminación masiva que Saddam Hussein poseía en su arsenal.
La posterior invasión a Irak fue aplaudida por la población estadounidense por el miedo a morir convulsionando asfixiados en un gas desconocido.
Observadores internacionales, después de la invasión solo encontraron restos inertes de bombas producidas anteriormente, usadas en ataques a la población Kurda pero de los supuestos arsenales mortíferos, nada.
El miedo actuó de manera eficaz, el petróleo volvió a los motores norteamericanos y alguien se híper enriqueció. Adivinen quien.
Si obramos mal durante nuestras vidas es imposible que vayamos al paraíso sin pasar un largo periodo en el purgatorio de sufrimiento sin par. Mmmm, me parece conocido el argumento como una forma de manipular a quien ya sufre lo suficiente en esta tierra.
Si no te comes toda la comida ahora, estarás castigado una semana sin ver televisión.
Miedo, miedo, miedo.
Quien más quien menos, todos sabemos usar el miedo en nuestro favor pero difícilmente somos capaces de reconocer cuando alguien lo utiliza para manipularnos.
Si ponemos atención, ante decisiones sociales importantes, previamente se hacen campañas del miedo de toda índole para evitar que la población piense. Pueden ser posibles crisis económicas internacionales con efectos devastadores, crisis que nunca llegan. Puede ser una gripe aviar con potencial de pandemia capaz de cruzar todo el planeta para llevar el contagio de un continente a otro aunque un ave con gripe sea incapaz de emigrar y los laboratorios vean multiplicadas sus ganancias.
Podrían ser incluso conflictos entre cancillerías de países vecinos.
La variedad es infinita y multifuncional.
El miedo extremo hace que secretemos adrenalina potenciando tanto nuestra fuerza física como mental pero un miedo bien controlado nos puede transformar en seres francamente estúpidos.
¿Qué nos pasa que somos tan fácilmente manipulados por quien sabe usar el miedo como una herramienta en su favor?
No lo sé, me da miedo pensarlo.