Miguel de Molina al desnudo / Ángel Ruiz / Juan Carlos Rubio
Copla y memoria histórica
Existen historias y personas, notables o anónimas, que la historia oficial intentó borrar y tergiversar. Las garras de la Dictadura franquista y su larguísima tradición se extendieron más allá de sus fronteras cronológicas y, en algunas actitudes, aun llegan hasta la actualidad. Las huellas del nacionalcatolicismo parecen mantenerse indelebles en algunos pensamientos y se filtran por debajo de algunas puertas, de algunas leyes.
El arte del teatro, asambleario y social por naturaleza, es un buen espacio para que brote la memoria histórica, para homenajear y hacerle justicia a aquellas personas que, por su ideología y/o tendencias sexuales, fueron castigadas al ostracismo, fueron violentadas y maltratadas.
En el Festival GREC de Barcelona 2015 se va a estrenar una obra sobre la vida de Neus Català, que pertenecía a las juventudes del PSUC durante la Guerra Civil Española y que es la única superviviente del campo de concentración nazi de Ravensbrück. Sobre ella ha hecho un interesante trabajo mi amiga Elisenda Belenguer. Y ahora va a estrenarse una obra de Josep Maria Miró Coromina, titulada Neus Català, un cel de plom, con dirección de Rafel Duran e interpretación de Mercè Arànega.
Hace poco, pude asistir, en el Teatro García Barbón de Afundación en Vigo, a Miguel de Molina al desnudo. Una biografía musical escrita e interpretada magistralmente por Ángel Ruiz, con dirección de Juan Carlos Rubio.
Un espectáculo en el que se le da voz al propio personaje de Manuel de Molina, encima del escenario, donde la injusta historia de España se la había quitado.
Para tal fin se urde la estrategia de hacerle comparecer en el teatro, en rueda de prensa, ante los medios de comunicación, para que pueda desmentir los rumores y las versiones peyorativas que buscaron condenarlo en aquel entonces, cuando sufrió agresiones, persecución y exilio.
El público es ficcionalizado, como si fuésemos los periodistas a los que se dirige y responde el artista.
La mezcla de monólogo al público con recitativos, en los que suenan melodías al piano, y con los números musicales en los que canta las coplas de su repertorio, hacen de este espectáculo un híbrido entre el reportaje o el documental ficcionalizado y el musical. Una intensa y atractiva suma de drama, comedia y teatro épico.
Los pasajes más dramáticos acostumbran a realizarse en recitativo con piano y rematan en cante. «Bien pagá», «Me da miedo la luna», «La rosa y el viento», «Y sin embargo te quiero»…
La ejecución de las coplas, por parte de Ángel Ruiz, no se ciñe al exhibicionismo vocal ni se limita al propio cante, sino que le añade muy equilibrados matices interpretativos. De esta manera, la mezcla de interpretación actoral y melodía cantada eleva la dimensión semántica de las letras y les da unidad respecto al relato monológico de la vida de Miguel de Molina.
Un personaje que era capaz de convertir los insultos homófobos hacia su persona en chistes y gracias, como modo de atajar la barbarie y de empoderarse. Algo que, al final, tampoco lo libró del infortunio.
El relato de la paliza que recibió «por rojo y por maricón», llevado por tres miembros del gobierno franquista a un descampado que había en la Castellana de Madrid, después de sacarlo del Teatro Pavón donde actuaba, es hecho, por Ángel Ruiz, en el proscenio, bajo un recorte cenital azulado, sin concesiones al morbo ni al sentimentalismo, desde una sobriedad impactante que le otorga su eficacia, tanto emocional como política.
Miguel de Molina al desnudo juega con una bien orquestada armonía entre el ajuste de cuentas, el homenaje, y las gracias del juego teatral y de los números musicales.
Afonso Becerra de Becerreá
Obra: Miguel de Molina al desnudo – Texto e interpretación: Ángel Ruiz – Dirección escénica: Juan Carlos Rubio – Piano y dirección musical: César Belda – Iluminación: José Manuel Guerra – Vestuario: Miguel Crespi – Coreografía: Mona Martínez – Producción: Laboratorio de la voz Producciones – Teatro García Barbón de Afundación en Vigo, 20 de junio de 2015.