Mireia Gabilondo, Aitziber Garmendia y Telmo Irureta llegan al Arriaga con una comedia sobre la soledad

‘Badakizu plastikozko loreak ez direla inoiz bizi izan, ezta?’ se representa el 9 de abril y ‘Sabes que las flores de plástico nunca han vivido, ¿verdad?’, al día siguiente
El Teatro Arriaga de Bilbao acoge esta semana, en euskera el miércoles día 9 y en castellano el jueves 10, la última propuesta de la compañía Tanttaka, esta vez de la mano del Centro Dramático Nacional. Se trata de Badakizu plastikozko loreak ez direla inoiz bizi izan, ezta?/Sabes que las flores de plástico nunca han vivido, ¿verdad?, una obra escrita y dirigida por Mireia Gabilondo e interpretada por la propia Gabilondo junto a Aitziber Garmendia y Telmo Irureta.
La obra podría definirse como una comedia de enredos y mentiras para hablar de las dificultades de la vida y de sus salidas. Durante la función se habla de las diferentes soledades, de las diferentes incapacidades, de las máscaras que nos ponemos para poder seguir viviendo, de las enfermedades mentales, del desamor, del suicidio, de la depresión y de la valentía de vivir en un cuerpo que no se mueve, pero con una mente que no para. Y de las terapias psicológicas, de las mentiras, de los traumas y del cuidado de las plantas, sean o no de plástico, de las relaciones profundas con una Inteligencia Artificial… y de algunas cosas más. Y todas estas cuestiones se abordan desde la comedia, desde una comedia muy trágica por momentos, tan trágica que no queda más remedio que reírse. En definitiva, una comedia trágica sobre soledades acompañadas.
Son tres actores en escena, sí, pero la narración presenta a cuatro personajes, porque Lucía sufre de trastorno de identidad disociativo, más conocido como personalidad múltiple; por lo que también tenemos que hablar de Yoldi, el otro “yo” de Lucía, que, por el trauma que tiene Lucía, se ha creado como una mujer con discapacidades intelectuales. Hay otros dos personajes, aunque sean Inteligencias Artificiales: Alexa y Enmanuel. Tres personas, o cuatro, mejor dicho: Lucía tiene una depresión de caballo que hace que viva una experiencia vicaria a través de Yoldi, una maravillosa joven con discapacidad intelectual. Yoldi cuidará las plantas de José Manuel, prestigioso psicoterapeuta que por una parálisis cerebral, se ve abocado a una dependencia total. Sólo habla con su psiquiatra de una relación muy íntima que mantiene con Alexa, una inteligencia artificial.