La compañía vallisoletana Morfeo Teatro Clásico estrena en el Teatro Principal de Burgos el 4 de octubre el espectáculo La Lozana Andaluza, una adaptación de la obra renacentista de Francisco Delicado que narra la vida en Roma de una cortesana andaluza, prodigio de popularidad en su época, que sirvió de musa para su compatriota y autor, quien forma parte de la propia historia como un personaje más. El manuscrito original, escrito en el siglo XVI, permaneció perdido durante cuatro siglos hasta que se encontró en la Biblioteca Imperial de Viena, de él llamó la atención su intertextualidad, característica por la que la obra fue sancionada al considerar que era demasiado sexual. Sin embargo es su lenguaje pícaro y cómico, capaz de reflejar la realidad social de entonces, uno de los rasgos que atrajo a la compañía para crear la adaptación, labor que comenzó hace un año Francisco Negro, a través de un lenguaje que ‘recuerda la metodología de los juglares’. Por otro lado, Negro ha construido una estructura de comedia dividida en tres anecdotarios en los que la Lozana no sólo cumple con sus quehaceres amorosos sino que también ejerce de curandera o celestina.
Según el también director, en la adaptación “se ha mantenido la picaresca y la comicidad, suavizando a la vez algunos giros y de manera leve algunos modismos que en origen podían resultar algo difíciles de comprender”.
En cuanto a la puesta en escena Negro comenta que “se ha intentado reflejar tanto el aspecto literario, como el social y el estético de la época y para ello hemos trabajado con cuadros de Leonardo, Rafael y Tiziano”. Imágenes que además de incidir en la escenografía también han servido de guía para Mayte Bona a la hora de realizar el vestuario de corte renacentista, en busca de la mayor fidelidad hacia los personajes. Según Negro, de esta manera consiguen uno de sus objetivos al ‘reflejar cómo vivían y se manifestaban aquellos personajes de entonces con quienes realmente nos unen las formas de sentir’. De esta manera la compañía continúa con La Lozana Andaluza su investigación de textos de épocas del Renacimiento y el Romanticismo a través del teatro clásico.
Por otro lado, dentro de la estructura de la obra, a la hora de presentar el drama, la introducción y el cierre del montaje cuentan con unas jácaras, tal y como en las comedias del Siglo de Oro Español aparecían como género satírico acompañando a las comedias, en esta ocasión las interpreta Carlos Alba.
Narrador Personaje
Una de las características principales de la obra original de La Lozana Andaluza, es la división del texto en ‘mamotretos’ y por otro lado que el autor actúa como narrador personaje, participando dentro de la acción. En la versión de Morfeo Teatro Clásico, Delicado es introducido de una manera especial pues la escena comienza con el personaje del autor en el purgatorio pidiendo perdón por sus pecados. Francisco Delicado se encuentra rodeado de una niebla que va desapareciendo mientras continúa con su disertación en un falso abierto en el que se dirige al espectador. Para introducirlo en la trama, cuando el escenario se despeja y la niebla se disipa se puede ver a Delicado en casa de la protagonista que se dirige al propio autor y le pregunta si acaso está hablando sólo. A partir de este punto la historia se divide en tres enredos y los principales implicados en los distintos encuentros son la Lozana y su criado Rampín.
El desarrollo de acontecimientos lo incentiva el propio Delicado quien ávido de ver y escuchar las trampas y truhanerías que protagoniza la Lozana paga por sus relatos y así de esta manera puede luego transcribirlos. Delicado será testigo de cómo la Lozana inicia en el arte de amar a un rico mancebo, también de cómo cura de mal de madre a una inocente parturienta, y por último, cómo sana de una indigestión a una vieja.
De esta forma el autor entra y sale de escena ocupando el papel de narrador y a la vez actuando como detonante para que la historia evolucione, pues él mismo reconoce que no hizo más que escribir lo que vio y escuchó. Esta aptitud de Delicado para escribir la historia siendo fiel al lenguaje y a las costumbres de los bajos fondos de la Roma del siglo XVI, conforma un estilo renovador que se equipara a La Celestina de Fernando de Rojas.
Se trata de ofrecer un vistazo a la literatura, cultura y sociedad de entonces a través de la Escuela Española de Teatro Clásico, comprendiendo que ese es un valor dentro de la historia, Francisco Negro reconoce que a la hora de interpretar la obra “no huimos del lenguaje soez, lo que hacemos es disfrutar de un clásico”. Para el director “ya en nuestros días, se le ha dado la relevancia testimonial y literaria que merece, como renovación del género celestinesco y precursora de la picaresca que tanta gloria alcanzaría en el Siglo de Oro español”.
A pesar de este reconocimiento actual no han sido muchas las puestas en escena de La Lozana Andaluza, obra que después de tanto tiempo perdida tuvo que sufrir durante un siglo más el rechazo, “siendo considerada por la intelectualidad como una obra pornográfica propia de la corrupción del clero del siglo XVI y de un ‘clérigo libertino y cavernario’ como era Delicado”.
En cuanto a la trayectoria de Morfeo Teatro Clásico se trata de una de las primeras compañías del país en su especialidad en el teatro clásico. En su trabajo prima el respeto por la tradición, intentando llevar al espectador a otra época y acercarle al disfrute del texto clásico. Sin embargo mientras en otras representaciones de los clásicos universales recomiendan leer y disfrutar del texto, en el caso de ‘La Lozana Andaluza’ reconocen que “se trata de un texto algo más difícil y duro a la hora de su lectura”.
Desde hace tres años el grupo ha fijado su residencia en Burgos, donde se sienten calurosamente acogidos gracias en gran medida al Teatro Principal y a que llevan la capitalidad de Burgos 2016 para Capital Europea de la Cultura.
