El Chivato

Muere el director, actor y dramaturgo Adolfo Marsillach

El director de teatro Adolfo Marsillach ha muerto hoy a las cinco de la tarde en su domicilio madrileño a consecuencia del cáncer de próstata que venía padeciendo durante los últimos años. Las primeras informaciones indican que la capilla ardiente quedará instalada en el Teatro Español de Madrid, auditorio del que fue director. Adolfo Marsillach, fundador del Centro Dramático Nacional en 1978, de la Compañía Nacional de Teatro Clásico en 1985 y director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas entre los años 1989 y 1990 ha muerto a los 73 años de edad tras haber pasado una temporada alejado de los escenarios.
Ya en una de sus últimas apariciones sobre las tablas, la gala de entrega de los Premios Max de 2000 celebrada en Sevilla, bromeó con su estado de salud mientras rendía homenaje al entonces recién fallecido Buero Vallejo. Desde entonces, pese a su voluntad de no separarse del teatro, hubo de dejar de lado varios proyectos teatrales, como la producción del Teatro Arriaga «Jaun de Alzate».
ADOLFO MARSILLACH SORIANO nació en Barcelona el 25 de enero de 1928. Licenciado en Derecho, es precisamente en la época universitaria cuando entra en contacto con el teatro, gracias al TEU (Teatro Español Universitario), en el que participa activamente. En 1946 debuta en el teatro profesional, en la compañía de Alejandro Ulloa, y en el cine con «Mariona Rebull». Continúa trabajando en el cine con papeles secundarios, destacando con el personaje de Ramón y Cajal en «Salto a la gloria» (repetiría el papel del científico en la espléndida serie  de Televisión Española «Ramón y Cajal», a principio de los 80).  Marsillach protagonizó varias películas en la década de los 60, sin descuidar nunca su labor en el teatro, terreno en el que fundó su propia compañía. En los años 70 su labor de realización se centró en la televisión, medio en el que de forma esporádica ha continuado trabajando, presentando en 1995 el programa de debate «Tren de cercanías». Entre sus películas debemos destacar «El frente infinito» (1956), «Maribel y la extraña familia» (1960), «El secreto de Mónica» (1961), «Al servicio de la mujer española» (1961) o «Sesión continua» (1984).
Desde enero de 1986 a julio de 1989 es el director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, cargo en el que cesa para pasar a ser Director General del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música entre 1989 y 1990. Posteriormente, entre enero de 1992 y enero de 1997 vuelve a dirigir la Compañía Nacional de Tetaro Clásico.
Su libro de memorias «Tan lejos, tan cerca (Mi vida)» (1998) ganó el XI Premio Comillas de Biografías. En ellas, asegura el autor, da fiel y exacta cuenta de sus experiencias vitales y profesionales, sin omitir los episodios más difíciles de su carrera.


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