El Chivato

Muere en Moscú a los 80 años, Piotr Fomemko

El 9 de agosto murió de una complicación pulmonar en una clínica de Moscú, Piotr Fomenko el gran maestro del teatro ruso que había cumplido ochenta años el pasado 13 de julio. Fomenko estudió filología, música, teatro y pedagogía, y formó a varias generaciones de actores y fundó una de las mejores compañías del país, –el «Taller de Piotr Fomenko»–, un colectivo de actores con extraordinario dominio de la técnica, que ha sabido revitalizar a los clásicos y dotarlos de nuevas dimensiones.

«Fomenko se graduó en la facultad de filología del Instituto Pedagógico de la capital rusa en 1955 y en la facultad de dirección del Instituto Estatal de Arte Teatral en 1961. Tras trabajar en varios teatros moscovitas, incluido el teatro Mayakovski y la Taganka, se trasladó a Leningrado (hoy San Petersburgo), donde dirigió el Teatro de la Comedia y donde permaneció hasta 1981, cuando regresó a su ciudad natal para dedicarse inicialmente a la pedagogía. Entre sus alumnos se cuentan Serguéi Zhenovach, Mindaugas Karbauskis, Oleg Rykkin y Yelena Nevézhina. En 1992 fue nombrado profesor de la Academia del Arte Teatral de Rusia y en 1993, fundó su propio teatro. Entre las muchas obras que puso en escena se cuentan «Así es si así os parece» de William Shakespeare, «Calígula» de Albert Camus», «Los lobos y los corderos» y «La Novia sin Dote», de Alexandr Ostrovski, «El Casamiento» y «La segunda parte de las Almas Muertas» de Nikolái Gógol y las «Tres Hermanas» de Antón Chéjov, e incluso la obra de García Márquez «Diatriba de amor contra un hombre sentado». Fomenko dio clases en el Conservatorio de Paris y presentó sus espectáculos en la «Comedie Francaise». Su último trabajo en Moscú ha sido «La Novela Teatral» de Mijaíl Bulgákov, conjuntamente con Kiril Pirogov.

En enero de 2008, coincidiendo con la celebración del Viejo Año Nuevo ortodoxo, Fomenko quiso celebrar de modo informal la inauguración del teatro que hoy alberga a su compañía e invitó a amigos y admiradores. Algo emocionado, el director se dirigió a sus invitados. El teatro es el lugar donde se encuentra el arte y la vida, dijo señalando ora al escenario ora al patio de butacas, de modo que nadie sabía donde estaba lo uno y lo otro. Al acabar su alocución, tomó un martillo y comenzó a clavar un clavo en el escenario. Explicó que se trataba de una costumbre rusa para que los actores vieran el clavo y se rigieran por él. «Para que supieran hasta donde había que ir», dijo, y tras una pausa, añadió con una sonrisa irónica: «o al contrario, adonde había que ir».

Fomenko puso en escena más de sesenta obras y obtuvo numerosos galardones, entre ellos el premio Estatal de la Federación Rusa en tres ocasiones. Su fallecimiento es lamentado unánimemente por todos los profesionales y amantes del teatro ruso.


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