Nederlans Dance Theater en La Nau de Sagunt
El Nederlands Dans Theater I llega por primera vez a la Nau de Sagunt. Y lo hace con dos coreografías de Jiri Kilian y dos de Lightfoot-León que se verán del 28 al 30 de octubre. Wings of wax, Whereabouts unknow, Sh Boom, y Shutters shut : una excelente muestra del personal lenguaje dancístico de estos creadores. El Nederlands Dans Theater (NDT) se asienta sobre tres compañías que contrastan por su dimensión y por las edades de sus componentes. Una joven, señalada como la II, donde los bailarines tienen entre 17 y 22 años; otra, llamada la III The Project Group, a la que se incorporan bailarines maduros, entre 41 y 62 años, con una gran experiencia; y la compañía I , considerada la fundamental de la NDT. Entre otras cosas, por su intenso ritmo de producción y porque cuenta con 30 bailarines, frente a las otras, que tienen 16, la II, y cinco, la III. Los bailarines del NDT pertenecen a 18 nacionalidades y siete de ellos son españoles.
El Nederlands Dance Theater (NDT I) llega a la Nau de Sagunt, los días 28, 29 y 30 de octubre, con cuatro coreografías que reflejan perfectamente el espíritu transgresor de esta compañía. En las piezas del coreógrafo Jirí Kylián, mayoritariamente abstractas, hay que buscar referencias. Wings of Wax, no intenta ser una escenificación del mítico mito del orgulloso Icaro, que se acercó al sol con sus alas de cera y encontró la muerte, sino una metáfora de la anécdota, a partir de la reinterpretación que de ella hizo el pintor flamenco Brueghel, una escenificación de la lección que esconde. Algo similar ocurre con la otra pieza que nos trae esta noche, Whereabouts Unknown que pudo ser perfectamente una reinvención folclórico-arqueológica construida a partir de las huellas que nos han dejado civilizaciones perdidas.
Las otras dos coreografías, Sh Boom y Shutters shut, han sido creadas por Paul Lightfoot y Sol León, también coreógrafos residentes y hasta el año pasado bailarines de la compañía. Esta pareja, formada por un inglés y una española, de Córdoba, firma siempre conjuntamente sus trabajos. El primero, Sh Boom; se trata de un divertido ballet que ha sido nominado para el prestigioso premio Laurence Oliver en la categoría de mejor Producción de danza del año. A continuación, se ofrecerá Persianas bajadas. Esta corta pero intensa coreografía está basada en un breve estudio del poema de Gertrude Stein “If I told him: A completed portrait of Picasso”. Unos pocos minutos para disfrutar de toda la innovación del NDTI en estado puro.
Desde que se fundó en 1959, el NDT de Holanda, ha tenido vocación de futuro. Sus pioneros fueron un grupo de bailarines que huyeron del academicismo del Het Nederlands Ballet y crearon esta formación que durante los años sesenta supo convertirse en la vanguardia de la danza europea, en parte por la desbordada imaginación y gesto progresista del coreógrafo Hans Van Manen.
Pero ya en los setenta, con la ausencia de los innovadores pioneros, la compañía se debilitó. Fue en 1975 cuando todas las esperanzas se centraron en su nuevo director artístico, un joven checo de apenas 28 años, que venía de triunfar como bailarín y coreógrafo del Stuttgart Ballet. Desde entonces y hasta hoy, el nombre de Jirí Kylián es indisociable del NDT, aún cuando en 1999, abandonó el cargo de director artístico, quedándose solamente como coreógrafo residente y consejero.
Desde su llegada, Kylián ha creado más de sesenta obras para la agrupación, algunas de ellas, como su estremecedora Sinfonía de los Salmos (1978), son piezas fundamentales para entender la danza del siglo XX. En su lenguaje personalísimo, fuertemente anclado a la tradición neo-clásica, probablemente no se pueda rastrear ninguna invención (es riguroso aplicando la técnica del ballet clásico y heredero de ciertas nociones corporales de la pionera norteamericana Martha Graham) pero su modo escénico de decir, su manera de combinar técnicas, su sentido del humor y del amor, y su sorprendente sensibilidad a la hora de abordar temas que son inherentes a nuestra sociedad y nuestro tiempo le han hecho ganarse el aplauso entusiasta de audiencias masivas, no necesariamente asiduas a la danza. De ahí que conecte, conmueva y emocione a todo tipo de audiencias.