La actriz argentina Norma Aleandro, que acaba de recibir el premio «Ciudad de Huelva», máximo galardón honorífico que otorga el Festival de Cine Iberoamericano, recala los días 19 y 20 de noviembre en el Teatro Gayarre de Iruñea, donde representará Mi querido embustero junto a Sergio Renán. La actriz argentina Norma Aleandro, que el próximo viernes (19) y sábado (20), a las 20.00, actuará en el escenario del Teatro Gayarre, acaba de recibir el premio Ciudad de Huelva, máximo galardón honorífico que otorga el Festival de Cine Iberoamericano, un certamen que está mostrando una retrospectiva del director y actor argentino Sergio Renan, que en esta ocasión comparte escenario y dirige con Norma Aleandro Mi querido embustero.
Norma Aleandro, la protagonista de la premiada película El hijo de la novia, y Sergio Renán, son dos de las más grandes figuras de los platós y escenarios argentinos, coinciden por primera vez en el mundo del teatro con Mi querido embustero, obra de Jerome Kilty basada en la correspondencia entre el escritor irlandés Bernard Shaw y la actriz Stella Campbell.
Entre 1899 y 1939 Bernard Shaw y Stella Campbell intercambiaron una nutrida correspondencia amorosa que cubrió varias etapas de sus vidas y que se mantuvo en el más riguroso secreto puesto que él ya estaba casado y para ese entonces, Beatrice Stella Tanner -tal su nombre de soltera- aún no había enviudado del comerciante Patrick Campbell. Stella volvió a casarse -para gran disgusto de Shaw- con George Cornwailis West en 1914.
Inmediatamente después de la muerte de ambos, acaecidas en 1940 la de Stella Campbell y en 1950 la de Bernard Shaw, estas cartas de amor salieron a la luz para ser teatralizadas en 1960 por el actor, escritor y director norteamericano, Jerome Kilty, que supo transformar este epistolario en la deliciosa comedia que tituló: Mi querido embustero, que era la frase con la que en más de una ocasión, Stella Campbell encabezaba las cartas dirigidas a su eterno enamorado.
Las cartas toman forma de diálogo para desplegar todo el humor, la seducción y la nostalgia con la que el escritor y la actriz supieron adornar su tan singular como clandestina relación.
