Nueve Norte acoge ‘La Máquina del tiempo’, obra basada en tres novelas gráficas de Aitor Saraiba
Víctor Tamarit dirige y protagoniza este montaje en el que se adaptan al teatro tres novelas gráficas de Aitor Saraiba, con un espacio sonoro creado por Marco Torremocha. El espectáculo se puede ver los viernes a las 20:00 horas en el Teatro Nueve Norte de Madrid.
‘La máquina del tiempo’ es la adaptación teatral de las novelas autobiográficas de Aitor Saraiba: ‘El hijo del Legionario’, ‘Pajarillo’ y ‘Nada más importa’. Tres libros que narran a través de su potente imaginario, lo (extra)ordinario de la vida. Miedos, esperanzas, corazones rotos, pajarillos, cabras, fantasmas, familia, distancia y perdón, narrados por un hombre que busca su lugar en el mundo.
Sinopsis
Marica, heavy y poeta. Aitor se acaba de mudar a Los Ángeles siguiendo al amor de su vida. La distancia con su origen le da fuerzas para volver la mirada sobre el pasado, sobre Patrocinio, sobre su padre y sobre monstruos de los que se despidió hace tiempo. Miedos, esperanzas, corazones rotos, pajarillos, cabras, fantasmas, familia, distancia y perdón, narrados por un hombre que busca su lugar en el mundo.
Descripción del proceso
El montaje surge de la mano de Furia Teatro, una compañía nacida en 2012 desde la necesidad de contar historias. «Nos preguntamos, jugamos, buscamos y contamos. Cuando Aitor vino a ver nuestro último trabajo se dio cuenta de que compartíamos un mismo lenguaje. Así nació este proyecto multidisciplinar que es La máquina del tiempo», tal y como cuenta Víctor Tamarit, director de la obra e intérprete. El propio Víctor se ha encargado de una gran parte de la adaptación del texto tanto como de la escenografía.
En palabras de Aitor Saraiba: «Mi vida no tiene nada de particular. Impresiona lo normal y lo complejo que es todo a la vez. Por eso te identificas con ella. Es una excusa para hablar de temas que nos tocan a todos de cerca. Como el amor, lo difícil que es ubicarse en el mundo, el miedo o el destino. Mi vida es tan como la tuya, que por eso merece la pena ser contada».
