Despertar sonrisas
Hacía mucho tiempo que no acudía a ver un espectáculo «para familias» o para la infancia. El domingo 9 de abril de 2017 fui al Auditorio Municipal do Concello de Vigo ver O poder de Amabel de la Cía Pérez & Fernández. Una adaptación de Victoria Pérez de la novela homónima de Érica Esmoris, interpretada con muñecos de croché por Victoria Pérez y Manu Fernández. La dirección escénica ha sido orquestada por la propia Victoria y Xose Leis.
O poder de Amabel es, jugando con el propio título («Amabel», con acento en la segunda «á»: «amábel», en gallego significa «amable»), un espectáculo sumamente amable, en el buen sentido de la palabra, ya que sintetiza toda una historia de vida, a partir de un epifánico encuentro. El encuentro de la pareja protagonista, Amabel, veterinaria, que hace muñecos de croché, y Brais, violinista, cuando coinciden en Tokio y recuerdan su patria de la infancia. Ahí la trama de sucesos da un salto temporal al pasado para mostrarnos las inquietudes y los sueños de una niña y un niño en confrontación con sus familias. Sobre todo, las ansias de Amabel de ser alguien especial.
Amabel anhelaba poseer súper poderes y en su impenitente búsqueda, acompañada por Brais, solo encontraba decepciones hasta que, finalmente, después de las aventuras vividas, y con la ayuda de su abuela, descubren que el súper poder de Amabel es el de suscitar una sonrisa en las personas que le rodean. Esa anagnórisis de los peques se liga con la reconciliación en una nueva historia entre Amabel y Brais, como adultos, orientada hacia el futuro.
El espectáculo juega con la simultaneidad de la actuación de la actriz y del actor, en el plano de la performance real en escena, junto a la interpretación de los muñecos, en un plano más ilusorio ficcional.
A mí me sorprendió gratamente el tono de la actuación y de la interpretación, sobre todo en el reto que supone la ventrilocuia de darles voz a los muñecos, sin caer en manierismos estereotipados y en entonaciones infantilizadas o ridículas.
Victoria Pérez y Manu Fernández emplean diferentes tipos de voz, para prestársela a los personajes muñecos, sin alejarse de sus propias voces actorales y sin recurrir a entonaciones impostadas. Esto aporta una verosimilitud al trabajo, que va a la par de ese primer nivel de juego actoral real encima del escenario.
También hay una coherencia total en el ingenio escenográfico, diseñado por Jacobo Bugarín, que es totalmente funcional respecto al juego con las marionetas, sin decoraciones ni ningún elemento colorista infantiloide.
Se trata de un estaribel hecho con listones de madera, en una concepción muy arquitectónica, en el que se disponen pequeñas luminarias y otros elementos corpóreos de carácter neutro que, con la actuación, se transforman en aquello que la ficción necesita.
La no impostación también coincide con una manera serena de administrar los tiempos de la actuación. No hay prisa ni hay precipitación, no hay un forzado frenesí en la búsqueda de captar al público infantil, como hubiésemos podido presuponer. No hay estridencias. Hay, por el contrario, un sosiego y una fluidez en la actuación que resultan muy agradables e incluso facilitan una cierta sensación de nostalgia respecto a los deseos y a las inquietudes de la infancia.
El público más joven que acudió al Auditorio Municipal do Concello de Vigo parecía atento, no se movía, reía de cuando en vez. Diríase que O poder de Amabel es un bálsamo respecto al conflicto que pueden generar las cabezonerías y las travesuras de las niñas y los niños.
Afonso Becerra de Becerreá.
Obra: O poder de Amabel – Autoría: Érica Esmorís – Dirección: Victoria Pérez y Xose Leis – Adaptación: Victoria Pérez – Escenografía: Jacobo Bugarín – Diseño de sonido: Manu Fernández – Diseño de iluminación: Xose Leis – Vestuario: Pérez & Fernández – Música: Mathew Ward y Xabier Romero – Elenco artístico: Manu Fernández y Victoria Pérez – Cía. Pérez & Fernández – Auditorio Municipal do Concello de Vigo, domingo 9 de abril de 2017
