Ölelés/Jordi Cortés-Damián Muñoz
ÖLELÉS, o cuando dos cuerpos SON danza
Diez años, diez cumple esta obra y la hemos visto en el Mercat de les Flors-Barcelona…, queda aquí demostrado que esa «innovación» estúpida que se verbaliza para justificar a veces la no-programación cultural, puede ser producto de la ignoracia o de la esterilidad emocional. Porque Ölelés, con Jordi Cortés y Damián Muñoz, sigue actual, vivo y emocionando.
Compañías y programadores deberían abrir su bahúl de tesoros escénicos, hay mucho por volver a revivir (…¿o es que los museos están muertos?), y volviendo a ver se podrán mirar nuevas ventanas en una obra estrenada hace años.
Excelente ejercicio de la Danza y Teatro Fisico hecho espectáculo (todo en mayúsculas para estos dos creadores e intérpretes). Ritmo que te mantiene intrigado por las evoluciones de la relación entre dos hombres, a través de su gesto y de su relación física compartida en el espacio.
Los dos bailarines-hombres y cuerpos se mueven en el terreno de lo físico y de la interpretación con la densidad que atrapa al espectador, joves o adulto. Todo está absolutamente cuidado.
Ölelés nos ofrece dos propuestas corporales diferentes, dos mundos llenos de gesto y danza. ¡Qué calidad! Delicadeza también en la selección de la ligadura musical con las piezas seleccionadas. Hablamos de la primera división de la escena. No siempre hay palabras, ahora me paso esto al intentar explicar qué pasó en esta obra, y es que la Danza sólo se puede ver -no hablar de ella-, sentir, emocionar con y en ella; la danza de Cortés y Muñóz se respira en silencio.
Submisión, amor, desamor, tormentos, intimidad, fragilidad de cuando la visa se te escapa, o se te escapa el amor, o se te escapa el desamor. Todas esta progresiones sin intersecciones se balancean en la prisión-libertad de los sentimientos, de la amistad, de la convivencia, de la vida….todo esta tempestad es Ölelés, y más. Y claro está, toda tempestad tiene sus no-casuales circunstancias: el espacio escénico que firman los mismos bailarines más María de Frutos, la iluminación de Jon Ulla y el vestuario de Antonio Belart.
Anna Jarque
Enero 2015, Mercat de les Flors. Barcelona.