Hasta donde sé, la expresión pan y circo viene de la época del imperio romano en que el emperador hacia su mejor esfuerzo para que los ciudadanos, aunque desnutridos, no muriesen de sangre, y para distraerles la tripa, organizaba juegos en el coliseo donde gladiadores se enfrentaban para distraer al público ávido de sangre.
Hoy muchos no estamos desnutridos, sobre todo porque nos vamos de cacería al supermercado armados con nuestras tarjetas de crédito y el circo nos es entregado por los medios de comunicación, sobre todo por la televisión.
Más de alguno al despertar por las mañanas, primero abre un ojo, y antes de abrir el otro, enciende el televisor, según ellos, para estar informados, aunque en realidad sea una distracción macabra en que violaciones, estafas, asesinatos, conspiraciones y secuestros ocupan toda la capacidad neuronal, no para divertirnos, sino para secuestrar nuestra capacidad de reflexión.
Del pan, aunque nos cueste, afortunadamente somos privilegiados porque en el mundo, a pesar de ser producidos más alimentos de los necesarios, miles siguen muriendo de hambre y la desnutrición es un problema de salud pública enorme. Toneladas son desechadas cada día.
Nos tienen tan metidos en el hoyo negro, que incluso somos capaces de tragarnos sin siquiera cuestionar, la más dudosa de las teorías conspirativas diseñada por mentes, aunque macabras, sin duda brillantes, todo para distraer nuestra atención de los verdaderos problemas de la sociedad.
Hasta no hace mucho, se tendía a pensar de que si estaba escrito, era verdad, pero hoy en día con el avance tecnológico de las comunicaciones y la aparición del mundo digital y sus fake news, con que aparezca en internet, pareciera ser verdad. Aunque huela a mentira, si está en internet, tiene que ser verdad.
Por la mañana tuve el pánico de ver un noticiario televisivo y por la noche, un partido de futbol en el marco de las clasificatorias para el mundial en 2 años más.
Desayuné secuestros, asesinatos y violaciones para terminar el día cenando a 22 jugadores detrás de una pelota, 3 árbitros detrás de los jugadores, varios veedores de la Fifa siguiendo a los árbitros y los jugadores, y así una cadena de personajes profitando de la pelotita.
¿Y cuándo me reservo un tiempo para pensar en todo y en nada?
Difícil, se ve difícil.
La mano negra se encarga de darnos el pan necesario como para no morirnos y, aunque esté duro, lo aceptamos igual porque nos vemos distraídos por el circo montado por los medios de comunicación.
Con la corriente animalista, cada vez existen menos circos con animales, aunque me parece innecesario, porque el ser humano está demostrando cada vez más, el ser un animal, pero no de esos tiernos o útiles, sino que de esos depredadores despiadados.
La multiplicación de los panes se ve difícil pero no imposible, como para que podamos compartir con el otro, no solo el alimento material, sino que el espiritual también.
Y así como han desaparecido los animales de los circos, también deberían desaparecer los payasos de los medios de comunicación, porque así como de niño me asustaban los payasos de caras pintadas con narices de pelota, hoy me intranquilizan los payasos maquillados para salir bien en cámara, con narices que les deberían crecer como la de pinocho.
