Pasadas las 4 estrena ‘Juego de niños’ en e Teatro Gayarre de Pamplona
La campaña Teatro en familia en Navidad del Teatro Gayarre de Pamplona será el marco para el estreno del nuevo espectáculo que presenta el miércoles 30 de diciembre la compañía Pasadas las 4, un trabajo que combina diferentes disciplinas artísticas al estar basado en la música, la labor actoral y en la manipulación de objetos. Esta creación que ha sido producida por la compañía tras el encargo realizado por el Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra, lleva el título de ‘Juego de niños’ ya que toma su nombre de la composición homónima de Georges Bizet.
Según explican las directoras de la obra, Inma Gurrea y Belén Otxotorena, el espectáculo tiene muy en cuenta que “al igual que en otros idiomas, ‘jouer’ significa jugar pero también, tocar un instrumento y parece que a Bizet, como a Luisa y Marisa que son las protagonistas de esta historia, le gustaba creer que hacer música no es otra cosa que jugar con los sonidos, porque eso es precisamente lo que hizo con sus famosos ‘Juegos de niños”.
En este espectáculo, cuya versión en castellano está protagonizada por las propias Otxotorena y Gurrea, mientras que Izaskun Mujika y Patrizia Eneritz son las actrices que interpretan la versión en euskera que se estrena el 2 de enero en el mismo escenario de la capital navarra con el título de Ume-jolasak, gira en torno a las aventuras en las que se ven inmersas Luisa y Marisa, dos amigas que suben al desván a pasar un rato con sus juguetes favoritos.
Además de las dos actrices que protagonizan la puesta en escena, Juegos de niños cuenta con la participación de las pianistas Silvia Sucunza y Francesca Croccolino que interpretan al piano a cuatro manos piezas como ‘La pídola’, ‘La gallinita ciega’, ‘El columpio’, ‘Papás y mamás’, ‘Trompeta y tambor’, ‘El caballo de madera’, ‘Las pompas de jabón’, ‘El trompo’, ‘La muñeca’ y ‘El baile’, diez de las doce ‘miniaturas’ que compuso Bizet en su ‘Juegos de niños’ y que las integrantes de la compañía atribuyen a “un ataque repentino de nostalgia recordando juegos y juguetes de su infancia. Por lo visto, aquellos recuerdos fueron la fuente de inspiración de esta deliciosa composición considerada una de las obras cumbre del piano a cuatro manos e imprescindible en cualquier programa de Educación Musical”.
Junto a las dos actrices y las dos pianistas que protagonizan la función, la puesta en escena requiere la participación de una actriz que se encarga de manipular los diferentes objetos que se utilizan en la representación, tarea en la que se alternan Mujika y Otxotorena para las versiones en castellano y euskera, respectivamente.
Más información en la revista ARTEZ: Las composiciones de Bizet cobran vida a cuatro manos