El Chivato

Pentateatre Atòmic presenta una nueva experiencia teatral para los sábados de julio

Josep M. Riera, director de la compañía de teatro La Quadra Mágica y actor en cine y publicidad, que cuenta con una vinculación con el teatro de 15 años, y Marc González de la Varga, guionista y dramaturgo con experiencia en el ámbito televisivo y teatral, son los impulsores del proyecto Pentateatre Atòmic que se mostrará durante los sábados de julio en Vinsiteca (C/ Pau Claris, 103 de Barcelona).

La experiencia que presentan Riera y González de la Varga, a partir de una idea del primero, consisten mostrar cada sábado de julio (días 2, 9, 16, 23 y 30), con apertura de puertas a las 19.45 y con pases a las 20.00, 20.30, 21.00, 21.30 y 22.00, cinco obras de 15 minutos de duración cada una que se exhiben simultáneamente en cinco salas diferentes de un antiguo sex-shop de l’Eixample que ha sido reconvertido en restaurante de diseño.

Pentateatre Atòmic propone un teatro muy cercano, con conflictos cotidianos y fantasías donde los personajes habitan el espacio donde los ha tocado nacer, vivir y desenvolverse. Son pequeñas cápsulas de sentimientos emociones y necesidades creadas por tres autores diferentes e interpretadas por once actores (Jordi Coll, Noé Blancafort, Kike Mas, Elisabeth Bonjour, Mireia Gilella, Jorge Paz, Marta Arán, Sergi Sanmartin, Elisabeth Bonjour, Joan Serrats, Xavi Garrido y Josep M. Riera).

La cinco salas de teatro en las que se muestran las cinco obras están distribuidas en dos plantas y las representaciones están integradas por piezas como El narrador de la que es autor Marc González de la Varga. Esta pieza que se representa en castellano en la Sala Sud tiene como protagonista a Ramón, un narrador profesional que está enamorado de la actriz protagonista de la obra que él mismo recita, aunque intentará evitar por todos los medios que el protagonista de la obra seduzca a la chica.

El reencuentro, de Josep M. Riera que se representa en castellano en la Sala Nord, muestra el drama de un jóven que tras el funeral de su padre, se reencuentra con su madre a la que no ha visto desde hace 15 años. Ambos deberán enfrentarse a su pasado y a su presente.

La piel a tiras que se muestra en la Sala Zulo en un monólogo futurista de Josep M. Riera que se pone en escena en catalán y castellano que está protagonizada por un misterioso personaje que habla a los espectadores de su visión del mundo actual a ritmo de Julio Iglesias.

La Sala Magatzem será el marco de exhibición del thiller Debajo de la escalera del que son autores Josep M. Riera y Marc González de la Varga, que presenta una pieza en castellano protagonizada por un hombre que está secuestrado en un almacén al que llegan sus secuestradores para vigilarlo y que no se escape aunque, al llegar al lugar se encuentran con una pequeña sorpresa.

La Sala Cuina, por último acoge el musical Fromatge, Guix… i Mel, una historia de la que es autor Raül Z. Méndez que se representa en castellano y que está protagonizada por Sònia y Sergi, dos cocineros incompatibles, como el queso y la tiza, aunque juntos tendrán que sacar adelante la cena más importante de sus vidas.

Las personas que acudan a presenciar cuatro obras quedan convidadas a ver la quinta y a una copa de cava.

El Espacio escénico en el que se desarrolla la representación «va más allá de lo que se entiende normalmente como escenario, y mucho más allá también de lo que es el edificio teatral, el recinto o espacio donde tiene lugar la representación (sesión). Buscamos sorprender al público desde el principio y hacer que su llegada al teatro tenga que ver con lo que estarán a punto de presenciar en la obra. Por eso nos gusta empezar nuestro teatro en los accesos al lugar de la representación (calle, sala de recepción, hall, coches, lavabos …) e introducir en la obra los sonidos que provienen del exterior, los teléfonos móviles y todo lo que de extraordinario suceda durante el espectáculo, porque no entendemos el teatro vivo de otra manera que no sea esta».

Los creadores de Pentateatre Atòmic aspiran a «explorar nuevos campos de expresión artística que no sean estrictamente teatrales y que parten de la concepción del espacio escénico como un lugar abierto donde las artes clásicas y otras expresiones artísticas de la cultura actual puedan convivir para mostrar la realidad en la que vivimos. El equipo de dramaturgia y dirección se reúne con el equipo actoral para buscar la idea o sensación primordial que trata el texto que abordamos. A partir de aquí la libre creación se establece desde la fidelidad a esta idea o sensación. El proceso de creación sucede a partir de la improvisación y del juego. Nuestros montajes se transforman en cada función, al igual que nosotros. Todo está en constante evolución. Nunca damos por terminada o cerrada una creación, sino que acompañamos su ciclo vital».

La interpretación, por último, lleva a los espectadores a dudar «de si hay actores entre el público y de si las reacciones exageradas están pactadas o no. Muchas veces nos sentimos cercanos al cine, donde el actor y la actriz dejan de ser un personaje para ser ellos mismos quienes viven las situaciones dramáticas que viven en la ficción. Los objetos, el espacio, los sonidos, el movimiento, las novedades de cada representación nos obligan a improvisar cada noche, a estar atentos a lo que sucede en toda la sala para completar nuestra búsqueda de la verdad escénica y compartirla con unos espectadores que, muchas veces, acaban siendo cómplices físicos de la tragedia que viven las personas que están actuando», apuntan Riera y González de la Varga.


Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba