La danza contemporánea vasca goza de una salud formidable. Kukai dantza se erige en el exponente más laureado de la danza vasca recibiendo tres premios Max por “Oskara” como Mejor Espectáculo, Mejor Elenco y Mejor Vestuario en 2017. Más tarde recibió también el Premio Nacional de Danza en la modalidad de creación. Ertza konpainia recibió en 2018 el Premio Max al Mejor Espectáculo de Calle por “Meeting Point”. Reconocimientos en Francia para Lasala; giras internacionales importantes de Kukai, Ertza, Cielo raso, Olatz de Andrés, Organik, Nacho Montero, entre otros. La experiencia única y “sui generis” de Dantzaz konpainia, como tránsito necesario de la escuela al escenario, o lo que es lo mismo, desde la formación hacia el profesionalismo. El 90% de sus miembros son fichados por importantes ballets en el mundo. Pero sobre todo, podemos destacar dos conceptos: diversidad y capacidad en la danza vasca. Diversidad porque podemos hablar de espectáculos de calle y espectáculos de sala; podemos hablar de circuitos alternativos y de grandes escenarios; podemos hablar de dúos, solos o grandes elencos. Y capacidad porque la danza vasca es capaz de ocupar distintos espacios, poner en pie diferentes formatos y llegar a todo tipo de audiencias. La danza vasca ha sido capaz de llegar a grandes teatros, a grandes festivales, a poner en pie formatos potentes, con todo lo que conlleva, a dejar de ser “pequeñita”, entiéndase por el tamaño, porque en calidad todo se ha hecho con nivel y con altura artística.
Ha llovido mucho desde el 2001, año en el que el Gobierno Vasco creó dFERIA DANTZAN, la ventana más veterana en dFERIA. dFERIA DANTZAN es una plataforma para promocionar la danza y facilitar a las compañías vascas un escaparate y una visibilidad relevante en el marco de una mercado como es dFERIA. En aquellos momentos, quería ofrecerse una imagen de unión, de solvencia artística y de equiparación de la danza al teatro con el objeto de ayudar a la integración de la danza vasca en los mercados de las artes escénicas.
El Gobierno Vasco apoyó la presencia de la danza vasca en diferentes mercados o feria de artes escénicas a través de plataformas artísticas. Se constituyeron las ordenes de apoyo a las giras de las compañías de danza en el exterior, se diferenciaron de las giras realizadas por las compañías de teatro. Se creó el Instituto Etxepare para seguir apoyando también la difusión de la danza vasca en el exterior. El año pasado, surge dFERIA abroad, proyecto en colaboración con el mismo Instituto. dFERIA abroad complementa, fortalece y refuerza la labor de generar mercado de dFERIA alargando la presencia y la labor de la misma en varios momentos a lo largo del año en plataformas exteriores, fuera de la Comunidad Autónoma Vasca.
El problema es que la creación va por delante de la Administración. Han pasado veinte años desde estas primeras iniciativas de apoyo a la danza. Las compañías han evolucionado, han crecido, han desarrollado, han avanzado, han triunfado…Han surgido nuevas compañías, han recibido premios max, premios nacionales, convocatorias a grandes festivales,… La Administración está adormecida. Las ordenes de apoyo a la creación presupuestariamente están atascadas. Los presupuestos se han quedado obsoletos. Esos mismos presupuestos de la danza no llegaron nunca a equipararse a los del teatro. Los límites económicos que marcan las ordenes administrativas en la gestión del apoyo a las giras y la tendencia de los tribunales convocados a implantar el injusto “café con leche” para todos, debilitan mucho la efectividad de los apoyos. Cuesta demasiado articular fondos para apoyar real y eficazmente la internacionalización de la danza vasca.
No olvidemos lo identitario de la danza vasca, no olvidemos la calidad de la creación vasca en danza, no olvidemos que se “rifan” las propuestas vascas en el exterior, en festivales muy importantes y en festivales muy lejanos. No olvidemos que no es lo mismo “mover” 3 bailarines que ocho. No olvidemos …muchas cosas y pilas, por favor.
Se dice que “en el país de los ciegos, el tuerto es el rey”…pues eso. Hagamos autocrítica y pongámonos las pilas, por favor.
