Organizado por la Fundación Pedro Álvarez Osorio se ha creado Andarte, un festival dedicado a las Artes de Calle que presentará en Ponferrada algunas de las propuestas más novedosas en materia de teatro, danza, música y performance. Desde el 22 y hasta el día 29 de agosto se llevarán a cabo diez representaciones a cargo de artistas y formaciones como Entremants, Johan Lorbeer, Teatro Gestual de Chile, Marco Vargas-Chloé Brûle o Roger Bernat.
Dominio Público de Roger Bernat ©Borja Relaño
La Fundación Pedro Álvarez Osorio-Conde de Lemos -organización cultural integrada por ocho empresas bercianas y el propio ayuntamiento ponferradino- pone por primera vez en marcha un novedoso Festival que del 22 al 29 de agosto transformará las calles de Ponferrada en un escenario lleno de sorpresas y acciones inesperadas en las que, en muchos casos, el ciudadano pasará de ser mero espectador a, con sus reacciones, formar parte esencial del espectáculo. Andarte es el nombre de este Festival, dedicado preferentemente a las artes de calle, que hará una incursión en las propuestas más novedosas en ese campo artístico, muy vinculado con un concepto contemporáneo de ciudad.
En esta primera edición de Andarte se presentan siete propuestas artísticas, dos de ellas internacionales, una producción de artistas locales y el resto procedentes de diferentes comunidades españolas, en un total de diez representaciones. La danza, el flamenco y la música contemporáneas formarán parte de esta programación, al lado de propuestas más inclasificables que se mueven en los territorios de la performance, la acción urbana e incluso la peluquería tomada como actividad artística.
Andarte, que toma su nombre de un tiempo imposible del verbo andar que esconde en sus pasos imaginados la palabra arte, ha creado como imagen una figura blanca que cruza decidida un paso de peatones, personaje que tomará vida en los días previos al Festival recorriendo la ciudad e invitando a sus vecinos a participar en la actividad. En el patrocinio, se ha contado con la colaboración de la Red de Teatros de Castilla y León y la Axencia Galega das Industrias Culturais.
El Festival contará con la participación de compañías como la gallega Entremans, que presentará la coreografía Ven, un bello dúo, con una propuesta coreográfica intensa y de impresionante factura técnica; la andaluza integrada por Marco Vargas y Chloé Brûlé, que en ¿Hacia dónde? reflexiona sobre nuestro tiempo y sus excesos o la catalana de Rogert Bernart, que prescinde en Dominio Público del actor como punto central del espectáculo y deja al público como único participante: el ciudadano convertido en narrador, el director en coreógrafo, la plaza en escenario.
Dos de las propuestas más sorprendentes llegan del extranjero. El artista alemán Johan Lorbeer, presente en los festivales y centros de arte más importantes del mundo, ofrecerá durante dos días su propuesta, vinculada al campo de las “still-life” (vida inmóvil), en las que se presenta a sí mismo desafiando algunas leyes básicas de la naturaleza como, por ejemplo, la gravedad. Ante su presencia, el espectador tendrá que revisar sus propios puntos de vista sobre la posición que un hombre suele ocupar en el plano físico y modificar su sentido de la orientación y sus capacidades psicológicas.
Por su parte, el Teatro Gestual de Chile presenta en Su-Seso Taladro el sorprendente resultado de sus investigaciones sobre el movimiento y el gesto en el espacio urbano, basadas en un virtuosismo casero de desbordante imaginación, llevando al público a un espectáculo en vértigo. También curiosa es la propuesta que ofrecen las brasileñas Fafá Franco y Tatiana da Silveira, con el británico Nick Prescott en Sienta la cabeza que transgrede el orden de las cosas y hace actor al espectador, convierte la música en mano transformadora, pone en un escenario una peluquería y utiliza elementos cotidianos de un modo inusual.
El Festival se cierra con un montaje realizado por el grupo Articaina, dirigido por la percusionista afincada en Ponferrada Diana Samprón, que interpretará solos de música contemporánea ante un grupo reducido de espectadores que recorrerán espacios del Teatro Bergidum habitualmente cerrados al público como el sótano, la terraza o el propio escenario, guiados por una actriz. Por sus particulares condiciones, ésta será la única actividad del Festival en el que se cobrará entrada y se limitará el aforo.
