Premio de la Crítica
La crítica, en general, es una facultad humana imprescindible para ver mejor, para conocer(nos) y para progresar. Sin crítica hay estancamiento. La crítica implica observación, escucha, análisis, reflexión, pensamiento, conocimiento. Es, por tanto, algo que nos enriquece. Una sociedad crítica es una sociedad más justa, más equilibrada y más feliz.
Este sábado 13 de noviembre la veterana Asociación de Premios de la Crítica de Galicia celebró su XLIV edición. En el cartel conmemoraban también “con orgullo” el 40 aniversario del Parlamento de Galicia, sede democrática donde está representado el pueblo gallego. La Asociación de los Premios de la Crítica es anterior a la creación del Parlamento de Galicia e incluso anterior al Estado de las Autonomías.
Aquí la mayor parte de las instituciones que vertebran la cultura activa del país no son gubernamentales, sino entidades civiles de carácter asociativo e independiente. En ellas, en las asociaciones culturales y vecinales reside a fuerza y la vitalidad de lo extraordinario de lo común, de eso que nos vincula y nos ayuda a estar aquí y a poder ser lo que queremos ser, y a poder aspirar a algo mejor.
Los XLIV Premios de la Crítica de Galicia reconocen, en ocho modalidades, los campos más relevantes de la verdadera riqueza del país: Creación literaria, Investigación, Iniciativas culturales y científicas, Música, Artes plásticas, Artes escénicas, Cine y Artes visuales y Cultura gastronómica.
La erregueté | Revista Galega de Teatro ha recibido el Premio de la Crítica 2021 en Artes escénicas, por su número 100. Y yo imagino que ese prestigioso premio es un reconocimiento a la revista en general y a todas las personas que le dedicaron y le dedicamos tiempo (vida). Así que ese galardón le corresponde al millar de colaboradoras y colaboradores que, desde hace 39 años, desde los ochenta hasta la actualidad, hicieron y hacemos posible que exista una publicación de estas características.
La gala de entrega de los XLIV Premios de la Crítica de Galicia 2021 escogió una frase de la poeta Xela Arias como motivo: “Non hai idioma abondo para recoñecérmonos” (No hay idioma suficiente para reconocernos) y a mí me sirvió para introducir un breve discurso de agradecimiento cuando subí al estrado. “Non hai idioma abondo para recoñecérmonos” y por eso necesitamos los discursos que la danza, el circo, el teatro y las denominadas artes vivas (copiando la acepción francesa) nos ofrecen. Y la erregueté | Revista Galega de Teatro es ese espacio en el que se recoge su memoria. Unas páginas y un sitio web para la información, la divulgación y el conocimiento alrededor de las artes escénicas. Estas implican, a su vez, una reflexión y un conocimiento, artístico y lúdico, sobre lo humano, sobre aquello que nos constituye como individuos y como pueblo. Por tanto, la revista se inscribe y colabora en esa misma dimensión.
En mi opinión, la cultura gallega, en pleno siglo XXI, continúa muy circunscrita al género literario, principalmente a la poesía y a la novela, con una desatención a otras manifestaciones artísticas que son primordiales para que una cultura tenga una entidad y una identidad propias. Pienso que continúa habiendo una hegemonía de la literatura, como espacio simbólico privilegiado de la cultura gallega, y que el teatro, el circo y la danza permanecen en un segundo plano, muy por detrás. Por eso creo que este Premio de la Crítica para la erregueté puede servir para visualizar y crear un poco de consciencia en el sector respecto a una asignatura pendiente, si queremos, algún día, tener una Galicia plena.
No sé en qué porcentaje la gente culta o del sector cultural gallego podría decir el nombre de una coreógrafa gallega o de una pieza de danza. Sin embargo, seguro que, en un alto porcentaje, podrían referir diferentes nombres de novelistas y poetas, así como de libros de poesía o novelas. Sí que sé cuánta gente culta o del sector cultural gallego lee la erregueté, porque tengo los datos aproximados. Pero prefiero no decirlos porque vendría a ser como si cogemos los datos del último informe del Consello da Cultura Galega sobre la programación de danza en los teatros y auditorios de Galicia. En el último año del que hay todas las cifras el porcentaje fue de un 6%. Y, sin embargo, la danza está ofreciéndonos también un discurso sobre nosotras/os, porque como señala la frase de Xela Arias: “Non hai idioma abondo para recoñecérmonos”. Pongo el ejemplo de la danza porque, de las artes escénicas, en Galicia, la que se expresa a través del cuerpo, es la más marginada de todas.
No obstante, este Premio de la Crítica supone un paso muy importante en la consideración de las artes escénicas como un elemento fundamental, por parte del sector cultural, a través de esta revista.
Me consta, además, y creo que no me equivoco, que Galicia es el único territorio, dentro del mapa estatal de las Comunidades Autónomas, que cuenta con una revista de artes escénicas propia. Por tanto, valorarla y cuidarla es importante y este galardón ayuda.
En breve, saldrá a la calle, en este mismo mes de noviembre, el número 102 de la revista, a todo color, y el primer volumen de una colección de libros con textos teatrales, que contiene dos obras, una de ellas Bailar agora de Marta Alonso Tejada, el primer texto de una pieza de danza que se publica en Galicia. La otra, HOme, de Iván Caloto, un texto dramático que aborda una revisión necesaria de la masculinidad. Tanto los variados contenidos del número 102 de la revista, que dan prioridad a los espectáculos como objetos artísticos, así como estas dos piezas que se publican en libro, son, en mi opinión, elementos que vienen a enriquecer, a aumentar y a expandir la cultura gallega y la universal, porque lo local es universal. Por eso te animo a subscribirte a nuestra revista y a que no dejes de ir a los teatros.