Presentado el programa Musika Música en Bilbao
Del 2 al 4 de marzo, Bilbao acogerá un año más la celebración del Festival Musika-Música 2007, que con el patrocinio de la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, recupera en ésta su sexta edición el clima musical de la vieja Europa de finales del XIX y principios del XX. Bajo el título “La Armonía de los Pueblos”, el programa “Musika-Música” cuenta con la colaboración de BBVA, El Correo, Radio Bilbao y Lan Ekintza; y este año incluye un total de 55 conciertos en los que más de 500 artistas de reconocido prestigio internacional recorrerán las principales obras de los compositores que conforman el movimiento de Las Escuelas Nacionales.
El programa “Musika-Música” de Bilbao, se enmarca en una iniciativa internacional en la que también están “La Follee Journée” de Nantes (Francia), “A Festa da Musica” de Lisboa (Portugal) y Tokio (Japón).
En consonancia con el título de esta edición, el 2007 será el año de las grandes orquestas europeas, de los grandes conciertos de auditorio, con un considerable incremento en el número de intérpretes con respecto a años anteriores.
La Fundación Bilbao 700-III Millenium Fundazioa apuesta un año más por los precios accesibles de las entradas, que oscilarán entre los 5 y los 9 euros. (Salas Ibsen y García Lorca: 5 euros, Sala Kafka: 7 euros, Auditorio Dostoievski: 9 euros).
3 días de conciertos
“Musika-Música” comenzará el viernes, día 2 de marzo, a las 19:15 horas, y durará hasta las 20:00 horas del domingo, día 4 de marzo. El festival ocupará 6 salas del Palacio Euskalduna, en cuatro de las cuales (Auditorio Dostoievski, Sala Kafka, Sala Ibsen, Sala García Lorca, en honor a los grandes literatos de la Europa del cambio de siglo) se ofrecerán los conciertos que serán interpretados por orquesta, formaciones, músicos y voces de prestigio internacional, y las otras 2 salas (Sala Mallarmé, Sala Balaïev) y el Kiosco acogerán las interpretaciones de alumnos de diversos conservatorios y escuelas de música de la Comunidad Autónoma Vasca y de otras comunidades autónomas vecinas.
Musika-Música 2007
El espíritu del programa “Músika-Música” es difundir y promover la música clásica, pero sobre todo es un compromiso con los compositores y sus intérpretes. Por ello la calidad de las orquestas y los intérpretes es uno de sus ejes fundamentales de cara a mantener el nivel interpretativo que año tras año se está alcanzando en esta cita. Tiene un espíritu divulgativo y pedagógico en torno a la música clásica, pero también es una gran cita cultural, puesto que simboliza la apuesta del nuevo Bilbao del siglo XXI a favor de la cultura como uno de los principales motores de la regeneración socioeconómica de la capital vizcaína.
La celebración de “Musika-Música” refuerza la dimensión cultural de Bilbao, siendo la sede del festival el Palacio de congresos y de la Música “Euskalduna”, punto de encuentro habitual de las orquestas sinfónicas de Bilbao y Euskadi y de la temporada de ópera de la prestigiosa Asociación Bilbaína de Amigos de la ópera (ABAO).
Las Escuelas Nacionales
Tanto en Europa central, en Escandinavia así como en el eje Atlántico, el siglo XIX y el principio del XX , conocen un prodigioso desarrollo de las Escuelas Nacionales, ligado a los movimientos irredentistas que, alrededor de 1848, agitan el continente europeo.
La Rusia de Glinka, del Grupo de los cinco (Balakirev, Cui, Rimski-Korsakov, Borodine, Moussorgsky) y de Chaikovsky hasta Rachmaninov, llena de tradiciones populares e históricas, será la primera en posicionarse a la altura de las grandes naciones musicales. Mientras que las escuelas checoslovaca, húngara y escandinava manifiestan su personalidad en una música con un intenso nacionalismo, que se nutre, con maestría, de las fuentes de los cantos populares, en reacción al post-romanticismo alemán, como por ejemplo la música de Smetana, de Dvórak o la de Janácek, que contribuye ampliamente al desarrollo del arte sinfónico.
En Hungría, Bartók expresa su patriotismo a la vez que impregna su obra de sonidos y ritmos tradicionales. Berwald en Suecia, Grieg en Noruega, Nielsen en Dinamarca extraen su inspiración de las leyendas, de los tesoros folclóricos y de los paisajes de sus países. Mientras que Sibelius se alza como el defensor de una tradición nacional finlandesa.
En el sur de Europa, Portugal enriquece su vida musical estimulado por Fernando Lopes-Graca y José Vianna da Motta. Mientras España afianza a su vez una verdadera conciencia nacional, París se convierte en el refugio de numerosos artistas cautivados por Francia: Albéniz, Granados, Falla o Viñes.
En contrapartida, los compositores franceses se inspiran en las obras de estos músicos y embebiéndose en la riqueza impresionante de la música popular española Bizet, Chabrier, Farré, Lalo, Debussy, Ravel recrean una España imaginaria pero profundamente auténtica.
Orquestas e intérpretes
Este año es el de las grandes orquestas, de los grandes conciertos de auditorio, en concreto, un total de 55 conciertos a lo largo de tres días de música sin interrupción.
Así, orquestas europeas como la Filarmónica de Varsovia, Sínfonia Varsovia, la Filarmónica del Ural o la Orchestre Poitou-Charentes, dirigidas por los maestros Antoni Wit, Michel Corboz, Dmitri Liss y Jean-FranÇois Heisser respectivamente; el Coro Accentus, bajo la batuta de Laurence Équilbey, el Coro del Patriarcado Ruso de Moscú, con Anatoly Grindenko en la dirección, el Cuarteto Ébène y el trío Guarneri de Praga; junto a solistas de ilustre nombre: al piano Désert, Engerer, Strosser, Perianes, Berezovsky, Pennetier…; Kniazev o Demarquette al violonchelo; Dmitri y Evgueny Makhtin, Régis Pasquier o Nemanja Radulovic, al violín; la voz de Antonia Contreras y Maria Petras, un “cartel” de primera donde no podía faltar la presencia local representada por la Orquesta Sinfónica de Bilbao, a cargo de Juanjo Mena, y la Coral de Bilbao, dirigida por Iñaki Moreno.
Y compartiendo espacio con los grandes maestros, en dos salas paralelas, con el objetivo de premiar su esfuerzo y animarles en su carrera, tienen cabida más de 20 conciertos ofrecidos por alumnos de un total de 13 conservatorios y escuelas de música de la Comunidad Autónoma Vasca y de comunidades limítrofes (Navarra, La Rioja, Cantabria y Castilla-León).