PTV estrena la obra de teatro para niños ‘Órbitas’
Treinta años después del estreno de su primer montaje para niños y público familiar, PTV-Clowns abre un paréntesis en su trayectoria para presentar una nueva línea de teatro –PTV, a secas- también para niños, pero sin los dos personajes que han crecido paralelos a PTV-Clowns: Piojo y Hula. La estrategia obedece más a una necesidad creativa de Eduardo Zamanillo, alma mater de la veterana compañía, que a una búsqueda de mercado. El resultado se podrá ver el día del estreno, el 16 de octubre, en el TAMA de Aldaia, que acogerá dos representaciones matinales y una nocturna.
Un soplo de aire fresco
“Aunque en la compañía estamos la misma gente, necesitábamos romper la tendencia de los últimos años y dejar que entrara un poco de aire fresco”, confiesa Eduardo. “Con esta premisa, he escrito un texto más experimental de lo habitual, que reúne ciertas dosis de riesgo. Sobre todo en la escenografía de Enric Juezas, cuyo único elemento consiste en dos grandes ojos con vida propia que asumen uno de los papeles protagonistas”. La iluminación de Rafa Echeverz, la música de DK y la coreografía de Toni Aparisi tienen mucho peso en el montaje y ayudan al espectador a situarse dentro del mundo onírico infantil.
La asunción de riesgos se completa dejando en el banquillo a Piojo y Hula, dos personajes sin los que no se puede entender a PTV-Clowns. Tras el casting, la terna de actores quedó conformada por Xoxe Giménez (niño), Paco Martínez (Carlos) y Silvia Valero (Zulema). Según Zamanillo, “se trata de intérpretes jóvenes –necesidades del guión-, algunos de los cuales ya habían colaborado con nosotros, que han captado a la perfección la esencia de sus respectivos papeles”.
La herencia de Piojo
Xoxe, Paco y Silvia dan vida a tres niños que forman una suerte de triángulo amoroso. Zamanillo se centra en uno de los ángulos, donde está el perdedor, para acercarnos los sueños y la vigilia de un niño que por primera vez siente el efecto de una derrota amorosa y las frustraciones que apareja. Si lo miramos de manera relativa, los sentimientos de un niño ante un pequeño problema pueden ser tan intensos como los de un adulto con uno muy grande.
Aunque ni el vestuario ni el maquillaje adoptan las maneras del payaso clásico, Zamanillo sí utiliza el humor y los recursos cómicos para plantear el montaje: “No es declaradamente payasesco aunque sí limítrofe, por tanto podría trasladarse al universo clown”, concede el dramaturgo. Hay incluso quien ha visto en el personaje principal una proyección de la personalidad de Piojo. Recursos como los juegos de palabras “diecisiempre, terremonstruo”, el ritmo trepidante o el colorido del vestuario son ingredientes clásicos de PTV-Clowns que también están presentes en PTV.
Articulando estos elementos, Zamanillo consigue no sólo poner ritmo, color y humor sobre el escenario, sino abordar temas como la culpa, la separación conyugal, los malos tratos o la amistad. Todos los personajes y los temas giran alrededor del niño, formando “Órbitas”, nombre que también reciben los globos oculares, parte importante del espectáculo.
Voces en off
Otra de las novedades que incorpora “Órbitas” es la voz en off para transmitir los pensamientos del protagonista y de su hermana. Los hermanos Alfonso y María Guerra, que debutan en el mundo del teatro, grabaron sus frases en sesiones cortas bajo la dirección de Zamanillo, que buscaba la máxima naturalidad posible: “Por eso optamos por que no memorizaran las frases, sino que las repitieran una a una tras escucharlas. Estamos muy contentos con el resultado y creemos que este recurso era idóneo para acercar al público el punto de vista de los niños”.
Además del trabajo de producción que exige el estreno de “Órbitas”, la primera producción de PTV, su hermana mayor, PTV-Clowns, mantiene en gira dos espectáculos: “Invisible”, estrenada hace dos años y que seguirá en 2009, y “Adivinaguas”, que estrenaron en la EXPO de Zaragoza y que aún tiene un largo recorrido por delante.