Bajo el nombre «Blanco y Negro» los artistas, y propietarios de la galería Montana Shop & Gallery Sevilla, Seleka y More Amore presentan una intervención en la Filmoteca de Andalucía. Gracias al apoyo del programa Iniciarte, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, los artistas inauguran esta exposición en la que se pretende rendir culto al cine a través del graffiti, conmemorando así los veinte años de vida de la Filmoteca de Andalucía y el Centro Andaluz de la Imagen.
Laura Calvarro (More Amore) y Seleka intervienen en el zaguán de la Filmoteca de Andalucía para celebrar el vigésimo aniversario de la institución, construyendo un graffiti bajo el título Blanco y negro, sin duda como una referencia a las primeras películas. La obra, realizada al alimón y donde se funde el lenguaje de cada uno, está llena de referencias a películas y al mundo de la imagen, tanto en las formas que trabaja Laura como en las grafías de Seleka que habitualmente forman palabras, textos, títulos.
Si bien es cierto que el «graffiti por encargo» pierde en parte su fuerza narrativa al separarse de la calle, de lo urbano, y de un cierto componente underground, también lo es que tiene bastante sentido que se «instale» en una filmoteca. El graffiti es arte urbano y público y no solo por el soporte y el escenario, sino por las narrativas con las que trabaja. Además, por sus relaciones con la música «callejera» como el Hip-hop, se hace verdadero arte público y el Cine es, de todas las manifestaciones de la cultura contemporánea, la más pública de ellas.
El pueblo en su totalidad puede acceder a una manifestación de la creatividad como el graffiti y recordemos que el Cine es el primer medio del siglo XX en el que ese pueblo emerge como protagonista. Es en el mítico Acorazado Potemkin donde los ciudadanos son protagonistas, como digo, por primera vez en la Historia del Arte , por esto parece idóneo haber elegido el trabajo de Laura Calvarro y Seleka para intervenir en el zaguán de la Filmoteca.El graffiti tiene, a veces, imágenes tan poderosas que no son necesarias más palabras ni más argumentaciones para entenderlo; en el cine la palabra es importante, no cabe la menor duda, pero expresiones como las del protagonista de Simón del desierto o la de la criada mexicana sentada en la acera al final de Babel (por citar dos ejemplos bien dispares) tampoco necesitan más explicaciones.»
