¿De qué sexo es la palabra?

«Despojados de todo ego»

Ese fue el comentario de un actor uruguayo: Sebastián Serantes, cuando se refería a un trabajo escénico. Hablamos luego sobre los límites de la entrega, la vanidad, y el ego. Un acto teatral donde los actores tienen un nivel de exposición y entrega bestial, quedando abiertos de par en par con un entrenamiento integral, alguien podría decir: ellos están en primer lugar, y por supuesto: son protagónicos, eso no quiere decir que el ego lo tengan en las nubes.

Centro de las discusiones pedagógicas en el desarrollo de un actor: su ego. Ya lo han dicho varios y otros tanto lo han ejercido: humidad, generosidad, entrega. ¿y cómo se harán estas cosas en un mundillo multilicado en frivolidades y mareos tontos, entre el hambre y cifras astronómicas? Donde la gente confunde un actor con un millonario excéntrico tonto y despiadado o benéfico con los niños desnutridos. ¿Qué es un actor contemporáneo para la mayoría de la gente? Alguien conocido, famoso, que sale en los medios, es bello o bella, tiene dinero y no siempre tiene algo para decir, entonces, ¿dónde estaría el deslumbramiento sobre ese alguien? ¿Será que la maquinaria publicitaria también nos infantiliza al infinito y nos estupidiza sin parar? Creo que no, la gente también piensa a pesar que no quiera, es inevitable, eso es lo bueno del ser humano. Se puede hundir en la miseria de la idiotización continua, pero algo lo salva. Eso es la vida. Esa maravilla y sus sorpresas.

Entonces, volviendo al actor y su comentario sobre colegas, ¿qué será que un actor esté despojado de todo ego? ¿Qué significa que una actriz desnuda en el escenario esté despojada de todo ego? ¿Cuándo un actor deja de ser un intérprete o un mercenario y decide sobre su poética, su discurso su lugar político en cada decisión?

El ego se entrena, se domestica, se le debe dar duro, más que al músculo yo lo titularía: filosofía ética de cuestiones laborales directamente relacionadas con lo personal.

No hay escapatoria. No hay un : después del ego. No. Es ahora, hay que enfrentarlo , ponerlo a producir, de eso se trata: hacer usina con el ego, fábrica, demonio y angel que nos habita. Nos tortura y alimenta el motor, que no se apague ,pero que no nos domine.

Uno debe levantarse todos los días y mirarlo, abrirlo, ponerlo en el café y luego beberlo. Hacerse el propio jugo, la entrega nos hace vulnerables que no es lo mismo qué debil, nos hará sensibles para saber de qué se trata materializar el dolor y la belleza, porque sin eso no hay actor posible, no hay gesto que no esté sostenido por el dolor y la belleza, pero ¿cómo hacemos para que la frivolidad y el deseo de ser salvajemente aclamados no nos disperse?¿Cómo crecer sin vanidad que nos ahogue? No hay recetas ni caminos para todos, hay un terreno diario, el del error y el casi lejano acierto, sin mezquinidad. Ir por ese lado.


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