Es de agradecer que una compañía teatral tenga principios. Y que además de tenerlos, los manifieste por escrito y sobre el escenario. No es esta una cuestión baladí, ya que, por lo general, tener claramente definida y asumida una línea conceptual sobre el hecho teatral, marca la frontera entre los espectáculos que se quedan en la corrección (o la mediocridad), y aquellas propuestas que superando el límite de lo correcto, se encaminan hacia la excelencia.
Tal le sucede a la compañía santanderina Escena Miriñaque, que el pasado 7 de mayo presentó su espectáculo “El gabinete de curiosidades” dentro del VII Ciclo de Teatro Contemporáneo, que viene desarrollándose en el Teatro de la Estación de Zaragoza. Un coleccionista decadente e inquietante, amante del cabaret; un científico émulo del doctor Frankenstein; unas muñecas-cabareteras convertidas en objetos de colección; una joven que acude a la llamada de un anuncio que reclama “señorita que domine la danza y el canto”. Personajes que se amalgaman en “la Cámara de las Maravillas”, para deleite de un público escogido, componiendo un universo a medio camino entre “El gabinete del doctor Caligari” y un cabaret de los años 20 en el que suenan la copla, el tango y el cuplé.
Blanca del Barrio propone un discurso escénico basado, no en el referente textual, sino en un imaginario evocador y sugestivo. Elabora una propuesta que no quiere decir, sino que hace ver sobre la escena. Asume riesgos y coloca al teatro al borde de sí mismo, única forma en que se le puede hacer crecer. La actitud, el gesto, la intención, son los elementos que crean y trasmiten la emoción. Emoción que va transitando por diferentes parajes (angustia, suspense, sorpresa…) y a diferentes ritmos, que rinden al espectador ante una ficción por momentos fascinante. La utilización del espacio, que crea diferentes puntos de atención; el diseño de movimiento, casi coreográfico, con un ritmo bien medido, y el inteligente juego de puertas que se abren, se cierran y se desplazan, son también elementos de gran interés. Sobriedad escenográfica (un telón de fondo en raso encarnado poblado por relieves de troncos femeninos) que envuelve el relato en un clima tenebroso y de misterio, en el que brilla con intensidad el notable trabajo interpretativo del elenco. Otro gran acierto de Miriñaque.
“El gabinete de curiosidades” Autora: Blanca del Barrio. Compañía: Escena Miriñaque. Intérpretes: Edy Asenjo, Eva Sanz, Noelia Fernández, Víctor Lamadrid y Esther Velategui. Escenografía: Juan I. Goitia, Rafael Goitia y Blanca del Barrio. Iluminación: Pati Domenech. Vestuario: Franziska Baldt y Josefine Deus. Espacio sonoro: Oscar Sisniega. Dirección: Blanca del Barrio.
Joaquín Melguizo
Publicado en Herldo de Aragón 10 de mayo de 2009
