Quien espera asistir a un espectáculo escénico para disfrutar como voyeur a través de la cerradura, ya se puede ir olvidando. Porque asistir a un espectáculo de Sexpeare te hace estar ahí, constantemente participando de las risas de Rulo Pardo y Santiago Molero.
Esta compañía explota, sin complejos y con gran ingenio, toda la maquinaria escénica sin necesidad de recurrir ni a los aparatajes, ni a la complejidad mecánica, ni a la espectacularidad. «¡Qué pelo más guay!» no es espectáculo acomplejado pese a sobrellevar un entramado propio del cine. Sino que reclama para el lenguaje escénico todas sus posibilidades, por encima de los turbios discursos inmovilistas que pueden llegar a poner el grito en el cielo al respirar la libertad que emana este espectáculo.
Rulo y Santiago crean en escena, dibujan ambientes y situaciones y saben hacer al público participe del juego. Entonces, lo que comienza como una parodia toma forma y conforma un espectáculo escénico redondo, donde no faltan acertadas salidas de tono que realizadas sin miedo y con destreza, sin titubeos, fascinan a un auditorio que en ningún momento sale de su asombro.
Dos grandes actores. Un espectáculo nuevo y arriesgado. Imprescindible tanto para quien quiera pasar un buen rato como para quien guste del teatro como arte.
