Quién dijo miedo?/Ïndice Teatro (Colombia)
En medio del conflicto
Obra: ¿Quién dijo miedo?
Autor: José Domingo Guzmán
Intérpretes: Julio César Herrera, Ernesto Benjumea, Elisa Rojas, Marcela Benjumea, Alberto Cardeño, Juan Carlos Mateus, Mateo Rueda, Ramsés Ramos, Natalia Rojas
Música: Juan Carlos Mateus, Lucas Nieto, Natalia Rojas
Dirección: José Domingo Garzón
Producción: Índice Teatro (Colombia)
La Central Lechera –Cádiz- 21-10-02 – Festival Iberoamericano de Teatro
Partir de un supuesto “Congreso Nacional de Desplazados” que ofrece una obra teatral a cargo del supuesto grupo “Sembradores de paz desde el escenario”, es una perfecta herramienta para poder realizar una denuncia muy profunda en clave de humor, tratando la realidad colombiana con una perfecta disposición narrativa que coloca la situación planteada en una propia autocrítica.
El público asiste a un ensayo general de la obra del congreso, y de entrada vemos como la paz es utilizada como una bandera electoral, como un excusa para crearse espacios de publicidad, como un asunto que se toma frívolamente, llegando el caso que en esta supuesta compañía que representa la obra “¿Pero sí oye cómo nada se oye?”, hay dos supuestos auténticos desplazados, dos campesinos, que son tratados por el director y los actores profesionales, blancos, con desprecio y autoritarismo.
Nos muestran todas las contradicciones, nos cuentan, insisto con buenas humoradas, con rupturas narrativas a base de canciones que asientan los conceptos, con escenas muy conseguidas en su efectividad escénica, con actores y actrices que saben jugar sus roles con un cierto distanciamiento que nos ayuda a reflexionar sin someternos al baño emocional que las terribles injusticias que se narran, la violencia que se ejerce nos podrían proporcionar. Así entendemos mejor la situación, nos enteramos de la tragedia de una familia precisamente a causa de su gallina Clarita que está allí, en el escenario comiendo maíz, cuando sus amos reciben visitas mortíferas que incendian su casa. Una crónica de un país violentado que se nos muestra en este trabajo con capacidad autocrítica.
Carlos GIL