Escritorios y escenarios

Quiero abrazarte, cansancio.

Cansancio, bienvenido seas. Te ofrezco un café o un vaso con agua. Te sugiero que recibas el vaso con agua para que puedas aprovechar esta visita y descansar. El café, en estas circunstancias, es un sinsentido porque, aunque no lo parezca, tú también tienes derecho a descansar. El café te hará sentir y pensar más bien lo contrario. Toma el vaso con agua y si quieres abro las cortinas para que puedas ver llover.

Hace mucho que no venías y me imagino el por qué. Me has visto entregada a mis trabajos y esforzarme para hacerlos bien. Han salido bien. Sí, tengo varios. Debería ser uno solo, pero el mundo en el que yo vivo no funciona así. Y entonces he normalizado trabajar en muchas cosas al tiempo. A veces no puedo ni entender cómo lo hago. También sé que no soy la única que se mueve por estos caminos. Afortunadamente para mí, todos son proyectos que disfruto, que quiero. El problema es que el tiempo para los otros y para mí, ha sido más bien poco. Pero por fin estoy cerca de salir de la vorágine de compromisos en los que andaba metida. Y ahora que puedo verte, me alegra. Porque si no estuviera viva, si no fuera un ser humano, tú no estarías aquí. Así que, señor cansancio, brindemos por este encuentro. A tu salud y a la mía. Con los vasos de agua, por supuesto.

No me mires con esa cara. ¿Soy yo la que te mira con esa cara? No lo tomes mal. Estoy sorprendida de que justo el día de hoy hayas decidido pasar por aquí. Tienes razón, es preocupante lo fácil que puedo olvidarme de ti. Y no, no debería. Que me entretenga en mis proyectos no es excusa, que quiera ser puntual con las fechas de las entregas tampoco es excusa.

Tengo ganas de abrazarte, cansancio. Pero temo que, si lo hago, no pueda recuperar el impulso que he tomado durante los últimos meses. En la pared de mi habitación voy marcando los días y meses que, en una cuenta regresiva, me faltan para terminar. Porque tengo la fantasía de que, al terminar este ciclo, no voy a volver a subirme en vacas locas.

Pero es una mentira cansancio. No te voy a mentir. Es una fantasía porque una parte de mí ya está imaginando lo que sigue. Así que, hablando en serio, hoy puedes quedarte cansancio, pero mañana temprano te debes ir.

Domingo 17 de septiembre del 2023.


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