Hoy 11 de enero se estrena en el madrileño Círculo de Bellas Artes en la sala Fernando de Rojas, la ópera bufa «Don Pasquale» dirigida por el joven venezolano Ricardo Campelo y producida por Euroescena y Salvador Collado. En la interpretación de esta Don Pasquale, en la que participan , Vladimir Polisucks /Juan Pedro García Marques, Luis Santana / Jaime Carrasco, Raúl Alonso / Luis Enrique Jimeno, Eva del Moral / Mercedes Arcuri y Jorge López, se explotan las situaciones cómicas de la pieza, actuadas con ritmo trepidante, haciendo los gags más negros y absurdos y es que Donizetti sufría una degeneración cerebro-espinal de origen sifilítico en el momento que compuso “Don Pasquale”, la máxima obra del género bufo; quizás su enfermedad lo llenó de valor o los desvaríos que le produjo le dieron la base de tan atrevida pieza.
En palabras del director, «Una milésima de segundo después de escuchar la obertura que atacó mis sentidos a una velocidad centelleante me vinieron a la mente un millón de imágenes, pero ninguna del siglo XVIII en el cual se ambienta la pieza. Las imágenes que me asaltaron fueron las de las bandas mafiosas de los años 30, con sus trajes diplomáticos, zapatos de dos tonos y coronados con los indispensables sombreros de ala ancha… hasta el nombre de la obra es el de un capo de la mafia “Don Pasquale”. Según avanzaba la música, mi cerebro producía más visiones, llegaron recuerdos de los comics: “Dick Tracy” de Chester Gould, “Spirit” de Will Eisner y los fabulosos cuadros de Edward Hopper. Es increíble, un hombre del siglo XIX había conectado con un joven del XXI a través del lenguaje universal y permítanme decirlo: eterno… la música. Las notas escritas por Donizetti están cargadas de un atrevimiento que las hacen inmortales, debido a que en ellas no se reflejan argumentos ni ideas, sino algo más genuino y fácil de reconocer: sentimientos y emociones. Ópera en italiano significa “Obra”, es simplemente teatro; el teatro es arte, más aún, son todas las artes y el arte no es mas que la búsqueda de la belleza. Hacemos teatro porque amamos la belleza, creamos obras hermosas, las contemplamos e invitamos al mundo a acompañarnos en este placer. Las bromas privadas son deliciosas porque son inaccesibles para todo el mundo, salvo para ustedes y nosotros que nos comunicamos por señas.Donizetti nos las envió en un pentagrama, las recibimos y os las transmitimos sobre un escenario… ahí van nuestras señas«.
