ROSARIO: Pasión y miseria, teatro. Vengo de Rosario, Argentina. Durante una semana teatreros de diferentes partes del mundo nos hemos encontrado, nos hemos conocido, hemos mostrado nuestras visiones del teatro, de ese teatro sin texto, con texto, sin contexto, con, psicofísico, psicotrópico… nos hemos amado, mezclado, discutido, acariciado, explorado llorado y reído… de todo ello los artífices han sido El Rayo misterioso, que jamás pierden su misterio, su locura, su pasión por el teatro, pero no sólo el que hacen ellos, por el teatro que se hace en rincones del mundo dispares y nos han acogido, mimado, alimentado, seducido, enamorado.
De Europa hemos venido desde el País Vasco, de Austria, Alemania, Suiza y nos hemos dado de bruces con la cruda realidad argentina, sus paros nacionales, el desfile de ataudes simbólicos venidos de todos los puntos del país hasta la Casa Rosada. Una particularidad: la Casa Rosada lo es de fachada, el edificio es gris, anónimo, triste, abandonado, quizás su impecable y risueña fachada sea un motivo para la esperanza, quien sabe, aunque preguntando por aquí y por allá, constantemente, maniáticamente los argentinos, ninguno de esos ciudadanos de a pié manifiestan esperanza alguna y todo el teatro proveniente del país se mostraba desesperanzado, ha sido el grito más desgarrador y desolado que en el teatro sea posible contemplar y oir y por ello, una charla-debate sobre la dramaturgia, el estilo o la forma de experimentación de los lenguajes devenía a veces cruel y sin sentido, porque se experimentaba con el desgarro, la pérdida de horizontes, su no futuro, el sin sentido y justamente el cartel de EXPERIMENTA 4, como se llamaba este encuentro apasionado y atroz, el cartel como os digo era el célebre cuadro EL GRITO de Edward Münch.
Pero lo maravilloso, el milagro, obrado por El rayo misterioso, milagro misterioso, fue vivir el teatro en medio de la ruina, en medio del desastre. Esto me recordó la bellísima película de Angelopulus LA MIRADA DE ULISES en la que en medio de la desolación, la muerte y el aniquilamiento fraticida en los balcanes la gente se reunía en solares y lugares apartados para hacer y oir música, para hacer teatro, para escuchar su alma, y tú ,espectador, llorabas y salvabas a ese ser humano miserable y necio y tan capaz para la grandeza, porque precísamente ahora es cuando tenemos que hacer más teatro, ese acto sagrado y único de fraternización y elevación de la mediocridad-mezquindad hacia la sensibilidad, humana y artística, pero sobre todo humana. Ahora más que nunca El rayo misterioso nos urgía a hacer teatro, a hablar de teatro, a mostrar teatro, a profundizar el arte del teatro, nos urgía en un calendario de actividades extenuante, como es extenuante el camino a través del túnel hasta la luz, hasta nuestra salvación.
Después de muchos años en la profesión tantas veces esta actividad, hacer teatro, pierde sentido para ti y te preguntas por qué y para qué y sobre todo para quién y Aldo, Natalia, Ariel, Maxi, Virginia, Verónica, José, Mariel…Juan Manuel todos estos compañeros del Rayo nos han gritado desde el fondo del alma ¡por favor, seguid, no cejeís, no os canseís, seguid, todavía un poco más, no pareís… porque sólo así seguiremos vivos!
Recibid un abrazo felipe el payaso
Que el nuevo año sea un renovar de fuerza y lucidez y que ésta llegue a los ciudadanos-espectadores-actores-payasos y maleantes que tanto lo necesitamos.
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