Sara dice/Teatro Petra
La Norma
En algún lugar del globo, alguien por encima de la ciudadanía ha decidido un plan especial, en el que cada cien días una familia debe aportar una víctima y otra familia un victimario. Lo marca «La Norma», y así se debe cumplir. Por lo tanto en las familias se crean tensiones, ¿quién elegir para uno u otro rol? Este es el punto de partida de esta obra que nos sitúa ante el abismo humano y ciudadano. ¿por qué somos capaces de reírnos con las situaciones creadas ante tal barbaridad?
Pues lo somos, y disfrutamos de la peripecia de unos personajes que nos llevan por todos los bordes de lo políticamente correcto. Unos esperpentos que en ocasiones parecen parodias de un realismo mágico posmoderno, pero que conforme avanza el desarrollo de la trama, una vez aceptado el juego teatral, conocidos los detalles del sorteo, elección y posterior ejecución, nos han convertido en cómplices silentes de un asesinato planificado, y lo hacemos completando nuestra presencia con carcajadas, ajenos a la profundidad de lo que nos cuentan.
Porque si lo miramos desde otra óptica, una narración realizada por un retrasado mental irreversible, que nos planeta las miserias de dos familias emparentadas, de una institución estatal o supra-estatal que plantea esa ritualización del asesinato como un asunto social y colectivo, ¿no es una metáfora de Colombia? ¿O al menso de una Colombia que parece está resolviendo algunos de sus problemas de violencia? Una metáfora, extensible a tantos lugares del planeta en donde la violencia forma parte de lo habitual. En donde el deterioro de todo lo que venga de cualquier vestigio de humanismo parece totalmente laminado por un instinto de supervivencia que lo corrompe todo. Y además con acomodo institucional, «La Norma».
Nada tendría el efecto demoledor que tiene, su valor excepcional, si no fuera porque el planteamiento teatral es espléndido, tanto en su estructura dramática, como en su ocupación espacial, en la que los espectadores colocados a ambos lados de la acción central, se ven, y con unas claves interpretativas llevadas hasta el extremo en la misma frecuencia, que nos conducen ante ese vértigo de pensar después de haber reído de esta noción de la destrucción de la Humanidad. Magnífico.
Carlos Gil Zamora
Obra: Sara dice – Autor: Fabio Rubiano Orjuela – Intérpretes: Marcela Valencia, Liliana Escobar, Rosario Jaramillo, Inés Correa, Jimena Durán, Jacques Toukhmanian, Nelson Camayo, Jonatan Cabrera, Jorge Mario Escobar- Vestuario: Rafael Arévalo – Iluminación: Adelio Leiva – Dirección: Fabio Rubiano – Producción: Teatro Petra (Colombia) – Maison des Associations – Baiona- 16-10-2013 – Festival Les Translatines / Central Lechera – Cádiz- 21-10-2013 – FIT