La organización califica de exitoso el desarrollo del primer Festival Luna Lunera 2002, celebrado entre el 25 de julio y el 17 de agosto en Sos del Rey Católico y que ha reunido a artistas aragoneses y foráneos de teatro, música y danza frente a un público que pudo disfrutar de la cercanía de las actuaciones. No nació el festival Luna Lunera 2002, celebrado por primera vez este verano en Sos del Rey Católico, para atraer multitudes. De hecho, el aforo máximo del escenario colocado en la lonja medieval de la villa, tan sólo contaba con 344 localidades, numeradas y con visibilidad perfecta, eso sí. La filosofía de Luna Lunera parte de valorar el impresionante patrimonio cultural de Sos —al que pronto se añadirá el Palacio de Sada, con un centro expositivo sobre la figura del rey Fernando, que allí nació, y su tiempo—, revitalizar sus atractivos turísticos y ofrecer espectáculos diversos en un marco intimista y diferente.
En esta primera edición las cifras son bien elocuentes. Se acabaron todas las entradas para las actuaciones de María Dolores Pradera, la Vieja Trova Santiaguera y Carmen París, mientras que se rozó el lleno para disfrutar con Tranvía Teatro e Ismael Serrano. Sin embargo, llenar no era lo prioritario para los organizadores del festival, el Ayuntamiento de Sos y Territorio Museo.
A los habitantes de la villa se les han sumado una serie de visitantes convocados por el programa del festival. Gentes que han llegado desde todos los lugares de España, como una pareja, procedente de Madrid, que se personó en Sos, sin entradas, para escuchar a María Dolores Pradera. No quedaban entradas, pero estaban dispuestos a pagar una fortuna en la reventa. Finalmente, la organización les consiguió un par de entradas de última hora y los madrileños se volvieron para casa con la emoción de escuchar a la artista, y también con su autógrafo.
Impactó también la Vieja Trova, que no pudo acceder al camerino —hay una docena de escaleras— y se estableció en el patio de la Lonja, donde probaban el sonido, a la vez que el jamón ibérico. Cuatro ancianos —entre 68 y 89 años—, que volvían a la vida sobre el escenario. Uno de ellos llegó hasta la Lonja, a través de las empinadas calles de Sos, desde el vehículo municipal de servicio, saludando desde su silla a la población.
Y también fue emocionante comprobar cómo el gentío llenaba la plaza de Sos, pasada la medianoche, esperando la salida de la Pradera para rendirle un tributo en forma de aplauso.
El público, de la zona o foráneo, se ha volcado con los artistas, arrancando bises en todas las actuaciones, incluida la danza de Miguel Ángel Berna, que jamás había repetido un número en una actuación. El calor de los sosienses lo consiguió, entregados ante la innovadora propuesta del bailarín.
Han pasado en total unas tres mil personas por la Lonja medieval, que serán muchas más en las próximas ediciones, para las que ya se ha comenzado a trabajar, pero siempre respetando esta filosofía de respeto al entorno, el artista y el público.
En la actual edición han pasado artistas de nombre nacional e internacional — María Creuza, María Dolores Pradera, La Vieja Trova Santiaguera e Ismael Serrano—, innovadores creadores aragoneses —Gabriel Sopeña, Miguel Angel Berna y Carmen París—, música clásica y lírica — A’Vuchella y los espectáculos englobados también dentro del Festival del Camino de Santiago, Los Músicos de su alteza y La Capella de Ministres—, teatro — La Ribera y Tranvía Teatro— y el jazz, representado en el músico que vive y trabaja en Sos, Diego Martínez de Pisón, con su Pisón Trío.
