Esta semana se hizo la presentación del musical Los Tarantos, que podrá verse a partir del día 15 de septiembre en el Barcelona Teatre Musical. Para devolver al escenario –en formato musical- esta obra de Alfredo Mañas que fue llevada al cine (con gran éxito) por Francisco Rovira Beleta, se ha reunido, bajo las ordenes de Emilio Hernández, a un equipo de primera fila en el mundo del teatro y del flamenco, como Chicuelo y Tomatito, autores de la música, o Javier Latorre, encargado de la coreografía. Los Tarantos recoge la semilla de Romeo y Julieta para contarnos una apasionante y apasionada historia de amor y odio dentro de la comunidad gitana, y a través de su lenguaje: el flamenco.
Cuando Europa late con diferentes sangres, como tantas veces en la historia, pero esta vez por una llegada pacífica de pueblos de diferentes latitudes en busca de trabajo, un hogar, y una convivencia democrática, es el momento de traer a primer plano la presencia en Occidente del pueblo gitano, eterno emigrante.
Un pueblo que tras siglos de estancia en Europa sigue sufriendo las penurias de la marginación y los conflictos que entre ellos mismos genera esta situación, se ve hoy compartiendo las mismas trincheras de los suburbios europeos que los árabes, los kurdos, los turcos, los africanos y tantos otros de reciente venida, como se vio compartiendo los campos de exterminio nazi con los judíos.
Según su director Emilio Fernández, Los Tarantos refleja el drama de esa marginación, los sueños de una vida digna y la pasión que les permite vivir, pero también morir. Tres generaciones, tres historias de amor nos conducen desde la España del hambre hasta la de la riqueza que no alcanza a todos. Desde el amor apasionado a la pasión de lo odio entre familias. Desde la desesperanza a la fuga hacia un futuro libre de ataduras atávicas.
Los Tarantos, es el primer musical gitano que recorre los diferentes colores de la música y el baile flamenco hasta llegar a la fusión con los ritmos urbanos de principios de este siglo.
