Será cuestión de detalles
Escucho a los analistas futboleros, a los entrenadores y algunos jugadores capaces de articular frases más allá de lo más obvio, que obviamente, los partidos se ganan por pequeños detalles. Claro, un penalti no señalizado, una expulsión no ordenada, un fallo de un defensa, una pifia de un delantero. Esos pequeños detalles determina puntos, triunfos, campeonatos y desencantos. Pues va a ser que en lo nuestro, en los asuntos de las Artes Escénicas y la Cultura, todo va a depender también de algunos detalles.
Por ejemplo que gobierne un partido o coalición que le de la importancia que se merece a la Cultura, y que nombre a los responsables políticos de la misma con algún tipo de idea más allá de lo presupuestado de manera rutinaria. Y de ahí para abajo, hasta llegar al cuerpo funcionarial, que los mandos intermedios no sean regalías de los partidos, sino selección de personal con capacidad de dialogar, consensuar y liderar.
Con esos pequeños detalles bien resueltos, se puede empezar a pensar en la posibilidad de una regeneración. Tenemos el mismo titular en el gobierno de Rajoy, pero nuevo en el gobierno de Urkullu. Los partidos, especialmente el PNV tiene a bien repartir por territorios a sus consejeros y en Cultura son significativos sus equilibrios. No vamos a juzgar al recién nombrado. Lo conocemos, y algunos mucho, pero es decir, mucho mucho, por su paso por la televisión vasca. Y hasta aquí voy a dar detalles en el día de hoy.
En el gobierno de España, repite el ministro, pero viene de rebote, sustituyó a otro, es tricarterista, pero ha cambiado de Secretario de Cultura. Hacerlo peor que el anterior es física, química, matemáticamente imposible. No se conoce a nadie con una gestión más inane, más ridícula, más insuficiente en todos los niveles de análisis. Bueno, el que llega debe tomar asiento y posteriormente sucederán los nombramientos, y a nosotros nos interesa, relativamente, lo referente al INAEM y sus desarrollos. Parece que está al caer la rebaja del IVA al diez por ciento, que sería una subida, se recuerda a los presentes, pero que al menos aliviaría algo la actual situación. Cristina Santolaya lleva años. Como se prevé una legislatura breve, mejor que nos la dejen, al menos nos conoce aunque no nos trate lo bien que desearíamos.
O sea que estamos pendiente de esos detalles que nos puedan colocar frente a un futuro inmediato de reformas y avances o de consolidación de esta crisis estructural que padecemos. Estructural, de valores, de objetivos, de una necesidad de estudiar las posibilidades de una reforma profunda de las relaciones entre los gremios, del sistema de producción y exhibición, de la función de las asociaciones profesionales, de las ferias, los festivales, de qué narices se hace con todos los tetaros públicos infrautilizados y toda esa retahíla de asuntos que este cura no se cansa de repetir, reiterar y poner en valor casi cada semana.
Esperando los detalles, les cuento un detalle, estoy escribiendo esta homilía lunera en un AVE, voy hacia Valencia, feliz, muy feliz, porque los profesionales valencianos nos van a dar una inmensa alegría, un Premio a la revista ARTEZ. Ya contaré los detalles.