Siete de cada diez películas españolas perdieron dinero en 2002
Siete de cada diez películas españolas perdieron dinero durante el año 2002, según el Informe del Año sobre el Cine Español de 2002, de la revista de la Academia de Cine, que fue hoy presentado en Madrid. El informe evidencia la mala situación por la que la industria nacional ha pasado durante este año, en el que se redujo el número de películas, la recaudación, el número de espectadores, la taquilla y la cuota de mercado, entre otros aspectos. ‘Boom’ como los ocurridos en 2001 con ‘Torrente II’ o ‘Los Otros’ no se han dado durante los 12 meses pasados, lo que indica que 2002 ha sido un año malo. Pero lo peor está por llegar y la verdadera «sensación de bajón» se producirá este nuevo año, que se anuncia como el de verdadera crisis e incertidumbre para el séptimo arte en España.
José María Alvarez Monzoncillo y Javier López Villlanueva, profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos, son los encargados del noveno informe sobre el cine español, que publica en su número 33 la revista ‘Academia’. El criterio para la inclusión de filmes que utiliza este estudio es que éstas tengan primera copia dentro del año 2002, mientras que los datos publicados hace unos días por el ICAA se refieren a películas calificadas, por lo que ambos informes difieren en algunos aspectos.
De este informe, que fue presentado hoy en la librería ‘Ocho y Medio’ de Madrid por el propio Monzoncillo, Atocha Aguinaga -directora de ‘Academia’- y el cineasta y miembro de la Academia Joaquín Oristrell, se desglosa que la cuota de mercado se ha reducido en 2002 a niveles tradicionales por la falta de películas de gran éxito, como fue el caso de ‘Torrente II’, de Santiago Segura, y ‘Los Otros’, de Alejandro Amenábar, en 2001.
La cuota de mercado en salas se redujo hasta el 12 por ciento y el nivel de producción se situó en 114 largometrajes, tres menos que en 2001. Además, el año pasado el cine español recaudó en nuestro país 70 millones de euros, 40 menos que el periodo anterior.
Otro aspecto negativo es la pérdida significativa de espectadores, que retroceden de 26,6 a 15 millones, lo que representa casi la mitad. El incremento del precio de las entradas, muy por encima de la inflación, explica además que se aminore el efecto de la pérdida de espectadores. De hecho, la taquilla del cine español perdió 35 millones de euros, al embolsarse 75 millones de euros, un 32 por ciento menos que en 2001.
Además, 7 de cada 10 películas pierden dinero. «El negocio del cine es cada vez más arriesgado», dijo Monzoncillo, recordando que el mercado se ha reducido y hay que contar con que el 50 por ciento de los españoles no va al cine.
Y es que, el 82,4 por ciento de las productoras sólo produjeron en 2002 una película y son menos del tres por ciento (2,9) del total las que hicieron cuatro o más cintas en 2002.
La película media española de 2002 costó 2,4 millones de euros, frente a los 3 millones de euros de 2002. También bajó el número de copias de lanzamiento, 75 frente a las 113 de 2001.
El elevado nivel de concentración de la distribución en España es, según el informe, «el talón de Aquiles» del cine español, porque «redunda en una imperfección del mercado que impide la igualdad de oportunidades y la diversidad de la oferta». De hecho, «la ‘oferta saturante’ practicada por los distribuidores viene a acrecentar este problema». Y es que, en 2002 se duplicó el número de salas exhibidoras, con respecto a 2001.
«El sector de la exhibición, pese a las altas inversiones realizadas en los últimos años se asienta sobre frágiles pilares a consecuencia de su elevado endeudamiento y su escaso poder de negociación», prosigue el informe, donde se precisa que las televisiones han dejado de comprar el material de las distribuidoras independientes por baja audiencia.
Con estos y otros datos, los expertos auguran una gran crisis para 2003. «Ya se hace sentir el menor número de rodajes, el estrangulamiento de costes, la menor inversión de los canales y las menores ventas internacionales», concluye.