Sud Aca Opina

Signos vitales

Uno de mis artículos lo escribí inmediatamente después de saber sobre los atentados en Francia y lo envíe a quien se encarga de publicarlos cuando aún seguían los comentarios al respecto por todos los medios de comunicación posibles. Ilusamente pensé que al ser una noticia, como dicen los periodistas, aún en desarrollo y extremadamente fuerte, con el sólo título «pena capital» iba a atraer a más lectores que de costumbre.

Pero me equivoqué rotundamente; ha sido el artículo que menos retwiteos o compartir ha tenido.

Mi primera reflexión fue auto flagelarme al pensar que estoy escribiendo tan mal tanto en forma como en el fondo que ya nadie se iba a tomar la molestia de abrir alguno de mis artículos para leer sobre mis estupideces.

Lo segundo que pensé fue que la gente en general ya está tan hastiada de noticias macabras o de como la sin razón y los fanatismos están moviendo los hilos de nuestros destinos, que se niegan de plano a leer más de lo mismo. Algo así como un rechazo a la insensatez humana y por supuesto a la mía que por el sólo hecho de escribir al respecto le estaba dando más tribuna.

Un amigo a quien le confidencié mi malestar sólo me dijo que se debe saber escoger el momento adecuado para hablar un tema, sea cual sea.

Así como no se debe ir al supermercado a comprar con hambre o tratar de argumentar una verdad cuando se está enojado por la discusión, lo estúpido de mi artículo fue el momento. Obvio; todos querían saber sobre datos duros. Cuantos muertos, cuantos extremistas, de que grupo, si habían con nacionales entre los muertos, si existían más amenazas de atentados,…

A nadie le interesaba en ese momento especular sobre el comportamiento de la raza humana a lo largo de la historia o si las balas asesinas habían sido disparadas muchos años antes de su mortífero efecto por tal o cual supuesto poseedor de la verdad.

Que otros reflexionen y me den las ideas digeridas porque no tengo tiempo de reflexionar. No tengo tiempo de vivir.

Si está escrito es la verdad y contra la verdad no se puede argumentar más que en su favor.

Pero existe un pequeño enooooorme problema; la verdad tiene dueño y ese dueño es el grupo de poder propietario de los medios de comunicación capaces de manejar a voluntad la conciencia de aquellos que no tienen tiempo de vivir porque están demasiado ocupados en sobrevivir tratar de llegar al siguiente día.

Inmediatamente se nos viene a la mente la imagen de un niño desnutrido con moscas en los labios y una mirada pérdida de eterna pregunta sin respuesta. Pero todos hemos visto oficinistas de cuello y corbata con el síndrome de nuestros días llamado stress que apenas les da la oportunidad de llegar al siguiente día ayudados por farmacias personales y terapeutas varios. Ellos tampoco tienen tiempo de vivir.

Vivir es más que mantener los signos vitales dentro de rangos relativamente aceptables. Es más que respirar y tener pulso. Es más que perpetuar la especie con mal sexo. Es imaginar, soñar despierto, creer que se puede, motivarse para hacer, crear, ser…


Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba