Sin la soga al cuello, mejor. Gonzalo Cunill y Ensalle
Aunque el teatro suele ser un lugar social y sobre lo social, a veces también nos podemos encontrar, en él, la hendidura de lo íntimo y lo personal. Lo íntimo y lo personal no como materia de la egolatría o como carnaza del morbo, el cotilleo o la anécdota vacua.
Lo íntimo y lo personal, lo pequeño, lo que no cotiza en el mercado de los temas de moda, ni en las tendencias de lo “trending topic”, es tanto o más político que las ideologías y debates orquestados y promocionados por grupos (movimientos sociales, empresas de comunicación), partidos y cualquier organización en concurrencia competitiva. Todos esos movimientos, con diferentes apariencias y estrategias, buscan algún tipo de poder. Aquí, sin embargo, quizás, lo que se busca es lo contrario, liberarse del poder y sus ansias, liberarse, incluso, de buscar.
¿Qué pasa cuando nos detenemos, gracias al teatro, en el espacio de lo íntimo que rehúye lo social estandarizado? ¿Qué pasa cuando el teatro nos muestra y nos sitúa ante la vulnerabilidad, ante el desinterés por el interés que perseguimos en lo social? ¿Qué pasa cuando, desde el escenario, parece que se nos comparte, en confesión y confianza, la querencia antisocial por la solitud y el silencio? Incluso, de soslayo y con cierto humor, un rechazo a los discursos, asertividades, enterezas, toda esa energía hipotecada en convencer al otro o a la otra. Los afanes por seducir, por hacernos entender, por llegar, por alcanzar, por conseguir, por ser rentables, necesarios, útiles, queridos, apreciados…
Llegado un momento, quizás llegada una edad, quizás, un actor creador como Gonzalo Cunill, con quien tanto hemos disfrutado, desde los noventa, en las obras de Rodrigo García, puede regalarnos esas impresiones. Las que escribió en ‘Sin la soga al cuello’, publicado en los Pliegos de Teatro de Aflera Producciones y que ahora estrena con Ensalle Teatro de Vigo.
El fin de semana del 24 al 26 de febrero de 2023, en la sala de la calle Chile, 15, de Vigo, el estreno de esta pieza fue, en cierto sentido, como anuncia ese título metafórico, un liberarse de la soga al cuello que nos ponemos para ser y estar en sociedad.
Gonzalo Cunill, Raquel Hernández, Artús Rei y Pedro Fresneda han hecho el ejercicio de malabares de convertir asuntos que rayan en lo antisocial, o mejor, quizás, en lo a-social y la misantropía, en un juego teatral tan fascinante como revelador.
Fascinante por la asociación disyuntiva, anti-ilustrativa, anti-representacional, anti-mimética y posdramática, entre las reflexiones, confesiones y pequeños relatos, en lo verbal, y las acciones con objetos, en un collage de performances de gran implicación física, en algunas ocasiones, y plástica, en general.
Me parece a mí que esos destellos clarividentes, que escribió Gonzalo Cunill, son una invitación para que aceptemos esa especie de vulnerabilidades que se van abriendo con el tiempo, justo cuando parecía que habíamos alcanzado algunas seguridades y certezas, o, por lo menos, una cierta experiencia. Ese estadio en el que las personas buscamos el silencio y huimos del ruido estandarizado de este sistema social del que formamos parte. Una reivindicación de ese grado de autismo o, tal vez, del autismo como metáfora, que anida en cada persona. Cultivar el autismo de no escuchar el blablablá de quien tienes enfrente. Por ejemplo, mirar a la boca parlante de quien se sube en el ascensor y te aborda con su discurso, como quien mira un pozo negro. “Al gato no le importa que le mientas. Tampoco le importa lo que le puedas decir.” Son algunas frases del espectáculo, manipuladas por mi recuerdo. Y si al gato no le interesa, ¿por qué habría de importarme a mí? Me pregunto. Pienso en todo el teatro de texto que, a veces, se queda en eso, en un blablablá. En el teatro que nos alecciona, que nos dice, que nos pretende convencer de algo. “Words, words, words”, tal cual le dijo Hamlet a Polonio.
El autismo como metáfora, tal vez, del mismo modo que son metáfora las performances, con objetos y dispositivos escénicos sorprendentes, realizados por José Faro “Coti”. Raquel Hernández, Artús Rei y Gonzalo Cunill los activan, jugando con ellos y, en esa intersección entre la performance, el texto y la acción de la luz, tan lúdica y creativa como el movimiento actoral y el verbal, establecen una suerte de metáforas performativas y objetuales que nos permiten la libertad para soñar, pensar y también emocionarnos.
Estamos ante una tríada actoral entregada y fulgurante, hasta en los momentos de mayor serenidad, en esa cueva fantástica en la que convierten el escenario. El juego entre ellos y para nosotras/os, trenzándose con la palabra, sin drama, sin representación, sin ilustración, en una simbiosis mágica y extraña, con momentos tan bellos como el de la fantástica mesa-laguna, de lo cotidiano a lo extraordinario, a lo surreal, o el de Raquel difuminada a bailando tras un plástico. Nunca sentarse a una mesa fue tan extraordinario, lúdico, balsámico y balneario, también ígneo, como si estuviésemos alrededor de una chimenea, gracias a la luz.
Escenas en las que lo real escénico, por obra y gracia de la luz, los objetos y la actuación actoral, adquiere dimensiones fantásticas. Ahí, las reflexiones, el pensamiento, las palabras, abren caminos que nos ayudan a vislumbrar otras posibilidades más allá de lo tantas veces transitado. No me gusta el término esperanza, pero yo aquí diviso algo semejante, pero sin que me deje pendiente, como puede dejarnos la esperanza. Ni pendientes ni colgados ni dependientes.
P.S. – Artículos relacionados:
“Gonzalo Cunill y Ensalle Teatro de Vigo”, publicado el 31 de enero de 2022.
“Felices fiestas en el Teatro Ensalle de Vigo”, publicado el 26 de diciembre de 2021.
“Antes de que llegue la bestia. Ensalle”, publicado el 8 de noviembre de 2020.
“Arrebato y tiento en Ensalle”, publicado el 1 de octubre de 2018.
“Juan Loriente, sin ensayo, en Ensalle”, publicado el 1 de enero de 2018.
“Primitivismo predramático. Ensalle Teatro Después de Camarina”, publicado el 26 de octubre de 2016.
“Canchales/El Canto de la Cabra/Ensalle Teatro”, publicado el 22 de marzo de 2016.
“Las calles corrían por las calles / Teatro Ensalle”, publicado el 10 de marzo de 2015 (en la sección de Crítica).
“No deberíamos salir nunca de aquí / Cía. Ensalle Teatro de Vigo”, publicado el 21 de marzo de 2014 (en la sección de Crítica).