Sinestesia amazónica
«¿Por qué enseñar historias de tanto dolor, de tanto sufrimiento y de tanta hambre?» Era el comentario de la abuela de una de las actrices del grupo de teatro O Imaginário de Porto Velho. El comentario llegaba dos años después de haber visto la obra «Filhas da mata» y de saber que ese trabajo iba a moverse por todo Brasil, fuera de la Amazonia, región a la que pertenece este grupo –uno de los más activos de la Región Norte y que promueve la investigación de diferentes lenguajes escénicos y que profundiza en las cuestiones amazónicas-.
Con dramaturgia de Jória Lima y bajo la dirección de Chicao Santos, «Filhas da mata» es la historia de una memoria: la de las mujeres de Rondônia, la de un lugar en cuya historia solo hay hombres. Es también un paisaje sonoro de una región marcada por el agua. También es una sucesión de imágenes a la que no se accede por el entendimiento racional sino por el de los sentidos.
«Filhas da mata» nos acerca al pasado de Porto Velho. Un pasado en el que hombres de más de cuarenta nacionalidades fueron trasladados para trabajar en la construcción del ferrocarril Madeira-Mamoré. Un pasado en el que las mujeres eran vendidas y trasladadas a este lugar masculino a cambio de caucho. Una explotación que lejos de pertenecer al pasado sigue vigente hoy día. Un pasado presente de soledades, violencia, dominación y silencio.
«Filhas da mata» trabaja desde lo local para desembocar en lo universal y prueba de ello ha sido el intercambio con el público de las diferentes latitudes en las que el espectáculo ha sido presentado. Así, los integrantes del grupo explican como en Rio Grande do Sul -región urbana y colonizada por emigrantes europeos- la conexión del público no se producía con el imaginario de la selva sino con la soledad. De igual modo, en el nordeste de Brasil, una zona azotada por la sequía –no tanto por la falta de agua como por la distribución de la tierra- el diálogo con las decenas de litros de agua empleadas en el montaje aparecía como un elemento tan violento como extraño.
«¿Por qué enseñar historias de tanto dolor, de tanto sufrimiento y de tanta hambre?» Tal vez porque el escenario también debe ser portador de memorias, un escaparate al servicio de lo invisible y de lo invisibilizado. Con esta función, «Filhas da mata» ofrece una poesía escénica singular y comprometida maximizando recursos y llenando de matices un único elemento: el agua –un agua que purifica pero que también genera violencia, un agua que libera y que encierra al mismo tiempo, un agua que da vida pero que también ahoga.
Y como gran protagonista, el agua es también la conductora subterránea de la propuesta a través de la dramaturgia sonora que interpreta en directo el músico Bira Lourenço: un trabajo sutil y efectivo a través del líquido, el barro y de utensilios domésticos de la región que sirven para acercar al público a parajes nerviosos, a personajes lisos, a reminiscencias uterinas.
Con todo ello, O Imaginário de Porto Velho consigue que los colores suenen, que los textos se hagan líquidos y que los cuerpos de las actrices se vuelvan recuerdo en una fusión de elementos esenciales perfectamente organizados que nos adentran en las profundidades de un doble paisaje misterioso: el del Amazonas y el del ser humano.