Sol Bibriesca estrena ‘Bicéfalo’, una obra de danza-teatro en torno al referente mitológico del monstruo
Se representa en el Teatro Lagrada de Madrid, en el marco del Festival Miradas al Cuerpo
El Festival Miradas al Cuerpo que se está celebrando en el Teatro Lagrada de Madrid estrena el del 3 al 5 de junio la obra ‘Bicéfalo‘, de la coreógrafa Sol Bibriesca, con la interpretación de Chemi López, Cecilia Gala, Elvira Barmeri, Raúl Bartolomé, Gema Garcillán y la propia Sol Bibriesca.
‘Bicéfalo‘ es una pieza de danza-teatro creada con la excusa creativa del otro y el monstruo. Para la elaboración de este proyecto, la coreógrafa mexicana ha convocado a un grupo de actores, artistas y bailarines para trabajar desde el cuerpo sobre el referente mitológico del monstruo, en un proceso en el que se ha priorizado la creación de metáforas visuales y su desarrollo a través del movimiento. Lo que da lugar a un trabajo de gran fuerza visual, en el que conviven el texto, las artes visuales y la coreografía.
«Los bicéfalos son criaturas consideradas mágicas en algunas culturas y monstruos en otras. El Bicéfalo funciona en la pieza como una metáfora de la alteridad apropiada, reconocerse en el otro, verse reflejado e identificarse. Los monstruos en la mitología y en el imaginario colectivo una representación negativa del otro (el extranjero, el diferente), los relatos mitológicos tienen la labor de prevenirnos sobre los peligros del encuentro con otro, el mayor de estos temores es la transformación del individuo. Hoy en día vivimos inmersos en la unificación y no tenemos interés ninguno en lo distinto, la pieza busca hablar de la necesidad del otro, para salir del bucle narcisista que nos aplasta» explica Sol Bibriesca.
La pieza ‘Bicéfalo’ reflexiona sobre las relaciones entre los individuos en un amplio espectro que va desde el rechazo o la indiferencia, al vínculo y el encuentro en positivo, para cuestionarnos sobre cómo interactuamos con los otros, como sociedad y como individuos. Proponiendo una revisión de nuestros miedos e invitándonos a relacionarnos con nuestro yo oculto, nuestro monstruo.
