¿De qué sexo es la palabra?

Solidaridad

Uno escucha hasta el cansancio los beneficios de la solidaridad. Uno conoce los beneficios de la solidaridad. No son beneficios económicos, ni prestigiosos, ni exitosos, ni de mercado. No son beneficios eróticos, ni sexuales, ni de amigos nuevos. Dependen del punto de vista en que uno mire los beneficios. De hecho es una forma de vida que no tiene nada que ver con el capitalismo imperante, tampoco con la moral imperante, pensándolo así, esa forma de vida, debería entonces estar casi extinguida. Podría hablarse de : los antiguos practicaban la solidaridad. O hubo sociedades que intentaron incorporarla como ideología aplicada desde la educación y otros intercambios.

Pero no, la solidaridad vive y lucha, está vivita y coleando. No agoniza, ni ha muerto, ni desaparecido. Y ahí es donde conecto con el teatro. El teatro y su mecanismo de creación, de exposición, un dispositivo donde lo colectivo prevalece. Un procedimiento generoso por excelencia. Sin entrega, sin amor, sin despojamiento no hay creación, no hay encuentro, no hay teatro. Tampoco sin estos pilares podría existir ninguna forma de colectivo social. Uno ve los monstruos del mercado que se presentan como verdades de supervivencias, para darnos cuenta con los años, que la única forma de supervivencia es la solidaridad. Y es ahí donde deberíamos definir supervivencia. Deberíamos acotar, contextualizar y volver a pensar las cosas.

En mi país (Uruguay) cuando surge el teatro independiente por los años 40 y 50, de no haber sido por la solidaridad de los artistas y del público, nunca se hubiera consolidado y crecido a lo largo del tiempo. La solidaridad permitió concretar utopías que ni las economías, ni las políticias culturales, habilitaban.

Impregnarse de ella, hizo que los artistas de la escena, tuvieran un rol claro en la misión individual(actor, técnico, director,dramaturgo, escenógrafo,vestuarista, realizador, músico, boletero, asistente, productor) sin que interfiera negativamente sobre el rol colectivo, donde todos trabajaban y pensaban en todo.

Este movimiento independiente, también responde a otra época histórica, política, donde se apostaba con el compromiso de todos, a un mundo mejor. Lo colectivo tenía una razón de ser, un lugar, aunque fuera meramente esperanzador , y no posible. No importa. La solidaridad es una fuerza enorme, que mueve las estructuras más rígidas como : el no se puede.

Las crisis activan las zonas dormidas que todos tenemos y pone en marcha el maravilloso aparato de la solidaridad.


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