El director británico Stephen Frears (Leicester, 1941) aseguró hoy en Valencia, donde ha sido premiado con la Luna de Valencia en reconocimiento a su carrera por el Festival Internacional de Cine Cinema Jove, que le resulta «una carga un poco pesada pensar en la influencia» que su obra puede ejercer en otros cineastas. El realizador de títulos como ‘Mi hermosa lavandería’ o ‘Las amistades peligrosas’ consideró que en el cine «al final todo es una línea que pasa por Fellini y Renoir» y reconoció que «no estoy educado para ser un autor» por lo que se apoya en los miembros de su equipo, «a los que admiro mucho», destacó. Entre los colaboradores a los que más respeta, citó al guionista Hanif Kureishi –«que me cambió la vida porque cuando le conocí yo era un imperialista blanco y él me abrió los ojos», afirmó– y el compositor Alberto Iglesias.
Frears declaró que desearía que su cine siguiera siendo joven y afirmó que «siempre he hecho las películas que me parecen interesante y aquí no hay ninguna norma puesto que los proyectos interesantes pueden surgir de cualquier ámbito». El realizador ha compatibilizado a lo largo de su trayectoria la actividad en Gran Bretaña con las grandes producciones de Hollywood. En este sentido, recordó que la última película que filmó en Estados Unidos fue ‘High fidelity (Alta Fidelidad)’ (2000) «y desde entonces simplemente no me han propuesto ningún guión interesante». «Yo como no escribo guiones, así dependo de lo que cae en mis manos», explicó.
El autor admitió que existe diferencia entre sus películas inglesas y las americanas, que se debe a que cuando rueda en su país natal «trabajo sobre una sociedad que conozco y trato temas que forman parte de mi corazón». «Pero cuando voy a Estados Unidos –prosiguió– es casi como si me fuera de vacaciones y las películas son más escapistas».
No obstante, aclaró que todos los trabajos que ha llevado a cabo en América «siempre han sido películas que he querido hacer sobre temas o géneros que me gustan» y recalcó que «nunca he estado movido por un interés lucrativo cuando he trabajado en Estados Unidos». Agregó que no conoce bien a la sociedad americana, motivo por el que siente «cierto recato a la hora de retratarla».
Stephen Frears aseguró que en su cine no cabe separar entretenimiento de provocación y confió en que su próximo proyecto, ‘The Queen’, que se encuentra en proceso de postproducción, divierta. Se trata de un filme que aborda la relación que mantuvo la casa real británica con el primer ministro, Tony Blair, durante la semana posterior a la muerte de Lady Di. Frears bromeó diciendo que no podía negarse a emprender este trabajo porque la reina Isabel «ha estado presente en mi vida más que ninguna otra persona, más que mi madre, mi mujer o mis hijos y está en mi subconsciente», dijo entre risas.
TONY BLAIR
Además, indicó que ya había realizado anteriormente una película sobre cómo Tony Blair alcanzó el liderato en el Partido Laborista. En este punto, e interrogado por su opinión sobre el actual panorama político español, manifestó que no posee datos suficientes aunque añadió que «sé que José Luis Rodríguez Zapatero retiró las tropas de Irak, lo que me parece una decisión muy razonable». «Pero Zapatero es un socialista, no se puede decir lo mismo de Tony Blair», sentenció.
El director británico comentó que no tiene una lista de temas que le preocupen «cinematográficamente» y, aunque dijo «no tener ni idea de los proyectos que me van a interesar en el futuro», apuntó su preocupación por el subconsciente.
También aludió a algunos de sus proyectos del pasado, como la exitosa ‘Las amistades peligrosas’. Preguntado por la buena acogida que tuvo este filme frente a ‘Valmont’, la versión que hizo Milos Forman de la novela de Choderlos de Laclos, declaró que se trata de un tema «desagradable» y alabó el talento de Forman. «La diferencia pudo estar en que él no tuvo a Michelle Pfeiffer», ironizó.
También lamentó que la televisión haya dejado de cumplir la función de apoyo a las producciones cinematográficas y, al respecto, evocó sus inicios, «cuando la televisión inglesa por razones sociales sí daba este apoyo a directores como Ken Loach o yo mismo». De hecho, ‘Mi hermosa lavandería’ fue un proyecto televisivo que fue «raptado por el cine», argumentó.
Finalmente, Frears confesó que tiene «sentimientos contradictorios» respecto a los festivales, ya que «en ocasiones pueden convertirse en una especie de ghetto aunque en otras suponen una oportunidad única de ver obras que no se distribuyen en otros circuitos».
Además, manifestó con humor que es «espantoso» acudir a festivales y que los premios «son malos hasta que los recibes». Asimismo, aseguró que se siente incapaz de participar en un jurado porque «me espanta la idea de juzgar el trabajo de otros».
