Teatro, humor y guerra se mezclan en la última obra de Alfredo Sanzol
‘Fundamentalmente fantasías para la resistencia’, que se estrena en el CDN, transcurre en Ucrania en 2022
El Centro Dramático Nacional estrena la producción propia ‘Fundamentalmente fantasías para la resistencia‘, una obra escrita y dirigida por Alfredo Sanzol con Paco Déniz (Andriy), Elena González (Taisia), Natalia Hernández (Patricia), Javier Lara (Viktor), Juan Antonio Lumbreras (Petro), Pablo Márquez (Nikolai), María Moraleja (Daryna), Julia Rubio (Olena), Pepe Sevilla (Kyrylo) y Eva Trancón (Oksana) en el reparto. Estará en cartel del 24 de febrero al 16 de abril, en la sala grande del Teatro Valle Inclán de Madrid.
La acción transcurre en Kyiv, en marzo de 2022. Patricia es una autora y directora de teatro que ha convertido el local de ensayos de su compañía en un refugio. A pesar de la invasión rusa, sigue creando historias para mantener unidos a sus seres queridos y alejar a su hija Olena de los comités de defensa. La directora propone inventar una obra que se titule ‘Pin, Pan, Putin‘. Aunque ensayar durante una guerra supone una gran dificultad, la compañía avanza en la construcción de la historia. Sin embargo, a partir del momento en el que muere el personaje de Putin, todo se transforma en un gran caos.
«El 24 de febrero, mientras Putin mandaba sus tanques contra Ucrania, teníamos ensayo general de El Golem -recuerda Alfredo Sanzol-. Parecía que nuestras alusiones a la guerra eran de esa misma tarde. Lamentablemente, la guerra forma parte del día a día de la humanidad. Cuando se produjo la invasión, yo estaba escribiendo otra historia y la conmoción me paralizó. Sin embargo, el título seguía ahí y me servía de refugio: Fundamentalmente fantasías. El título me sirvió de refugio porque el humor es la mejor herramienta que conozco contra la violencia, y la fantasía es esencial para poder escapar y así entender la realidad».
Para hacerlo necesitó crear ficciones, que se convierten en laboratorios de lo posible e imposible, de los hechos y los prejuicios, de las metáforas y la áspera realidad. «Cuando decimos que la realidad supera a la ficción, estamos mostrando nuestro asombro por comparación. Le pedimos mucho a la ficción, le pedimos que supere a la realidad en giros, personajes y posibilidades. Le pedimos a la imaginación humana que sea más grande que la imaginación a la que pertenece la realidad, la de los dioses».
El final del título (para la resistencia), llegó cuando unió a Fundamentalmente fantasías el deseo de escribir conectado a las emociones que le producía la guerra, incluida la necesidad de no obviar la tragedia. «En la obra hay una lucha entre comedia y tragedia que expresa un dolor infinito frente al mal y a la destrucción, y también una reivindicación de la inocencia. A veces pienso que al hacer teatro me convierto en un espeleólogo que baja a las profundidades de las grutas de mi corazón en busca de un pequeño rastro de inocencia«. Y añade Sanzol que ‘Fundamentalmente fantasías para la resistencia’ cobró sentido final cuando conoció en Madrid a Anabell Sotelo del ProEnglish Theatre de Kiev. «Al leerle el inicio de la obra, su bendición diluyó el pudor y el miedo a meterme donde nadie me llamaba y me lancé a seguir a la fantasía para encontrar lugares de libertad y de fuerza para resistir».