Teatro Corsario estrena el espectáculo de títeres para adultos ‘Celestina infernal’
Teatro Corsario presenta ‘Celestina infernal’, cuarto espectáculo de títeres para adultos que dirige Jesús Peña tras ‘La maldición de Poe’, ‘Vampyria’ y ‘Aullidos’. La propuesta ofrecerá en el Teatro Calderón de Valladolid una docena de funciones, cuyas entradas se encuentran todas ellas ya agotadas.
Teatro Corsario presenta ‘Celestina infernal’, un espectáculo para adultos representado por títeres casi humanos en torno a uno de los personajes más destacados de la cultura universal, ‘La Celestina’ de Fernando de Rojas. El estreno tendrá lugar en el Teatro Calderón de Valladolid, que acogerá una docena de funciones del 14 de abril al 29 de mayo.
Jesús Peña es el autor y director de ‘Celestina infernal’, pieza interpretada por los actores-manipuladores Olga Mansilla, Teresa Lázaro, Miguel Jerez y Alfonso Peña, con música original de Juan Carlos Martín. “Aquí no faltan los amores apasionados (con sorprendente erotismo), la violencia, la muerte y el humor más negro”, explican.
La historia
Celestina es una bruja. Vale que es sobre todo una alcahueta, una reparadora de virgos, una negociadora de amores ajenos con un concepto de la existencia del que se puede tomar nota. Pero no es menos cierto que se trata de una bruja que invoca a los demonios para alterar y pervertir las voluntades. Celestina no bromea cuando invoca al gigantesco demonio que habita el inframundo. “Se trata de imaginar esos momentos de la vida de Celestina en que ejerce de verdadera bruja”. Por una parte, la obra se aproxima a los acontecimientos de la tragicomedia de Rojas, es decir, a la trama original, y por otra se lanza a imaginar la supuesta historia de la terrible bruja que pudo ser. Hay que aclarar que esta obra prescinde casi por completo del lenguaje verbal, dando mayor relieve a las imágenes y a la música.
En palabras de la compañía: “Las historias de brujas tienen mucho atractivo. Si nos ajustamos a la realidad histórica, aceptaremos que eran pobres mujeres apartadas, dedicadas con mayor o menor fortuna a fabricar remedios naturales contra dolencias varias, incluido el mal de amores. Si las vemos bajo el prisma de los procesos inquisitoriales, deduciremos que fueron condenadas por salirse del pensamiento único de su época, pobres víctimas del fanatismo religioso y, otras tantas veces, chivos expiatorios de las desgracias de sus vecinos. De otro lado, están las brujas de los cuentos de hadas, que forman parte del imaginario colectivo en tanto que son seres realmente conectados con fuerzas diabólicas y cuyo único objetivo es conseguir favores sobrenaturales haciendo el mal”.
Los espectáculos de títeres de Teatro Corsario bucean en los miedos que nos marcan en la infancia para que, en una representación de marionetas, se recupere la mirada fascinada de los niños. “Es muy interesante la perspectiva del espectador que cree estar asistiendo a un evento prohibido”, revelan.
Las escenas se alternan en dos escenarios estrechos y paralelos, a diferentes alturas; elementos escenográficos que entran y salen como por arte de magia; luz recortada sobre el escenario; actores manipuladores moviéndose por detrás, en la oscuridad, sin mamparas que los tapen y, sin embargo, invisibles; muñecos grandes y muy detallados hechos de látex, de espuma y de metal, que se comportan como verdaderas personas, tanto vestidos como desnudos.
Teatro Corsario ha realizado hasta la fecha más de cuarenta espectáculos de diversa índole, destacando especialmente por la puesta en escena de los clásicos del Siglo de Oro y los espectáculos de títeres para adultos.