Teatro Corsario estrenará en Ponferrada «Celama», una aproximación teatral al universo narrativo creado por el novelista lacianiego Luis Mateo Díez. Después de un largo periodo de especialización en clásicos universales, con puestas en escena tan notables como Coplas por la muerte, La vida es sueño, Don Gil de las Calzas Verdes o Edipo Rey, Teatro Corsario entra ahora en el territorio de lo contemporáneo, trabajando para ello a partir de un material inicialmente no teatral. El estreno tendrá lugar en el Teatro Bergidum el día 12 de diciembre a las 21,30 horas y la función se repetirá el día 13 a la misma hora. Dos veces premiado con el Nacional de Literatura -en 1987 por La fuente de la edad, y en 2000 por La ruina del cielo- miembro de la Real Academia de la Lengua, Premio Castilla y León de las Letras y, sobre todo, lacianiego de Villablino (1942), Luis Mateo Díez ha publicado este mismo año El reino de Celama, un grueso volumen que recoge los tres títulos (La ruina de cielo, El espíritu del Páramo y El oscurecer) en los que el autor ha ido tejiendo ese mítico territorio cuyo nombre da título al espectáculo de Corsario. Un territorio heredero de la Comala de Rulfo en el que el médico Ismael Cuende se encarga de construir un censo de los muertos del pueblo que es, a la vez, la reconstrucción de su propia vida.
Obra coral en la que se propone una intensa exploración de la memoria del territorio, del destino de la tierra y de quienes la habitaron, el texto sirve a Corsario para dibujar sobre el escenario el desolado paisaje de una tierra, que puede ser nuestra comunidad o cualquier otra de estas características, castigada por el abandono, la emigración y la muerte.
“Celama se cuenta desde el final, cuando las cosas han desaparecido, pero la perspectiva está en el crepúsculo, en el oscurecer, en la noche, en el extravío –dice Luis Mateo Díez-. La memoria puede ser contada desde la desaparición: en un intento de recuperarla, narrándola. Ahí está el poder de la literatura”. El director de Corsario, Fernando Urdiales, sostiene que “Celama se constituye en el retrato épico de una tierra simbólicamente pedregosa, áspera, sedienta. Sus ignorados héroes deben luchar en esta llanura, en este páramo, contra el destino adverso que la tierra y el trabajo les imponen. Celama es un canto a un mundo y a una cultura rural agonizante, en el que la memoria hace que rescatarlo para representarlo se convierta en un ritual sagrado”. Para Urdiales, en el texto “se habla de la vida desde la muerte, lo que constituye una perspectiva rica en recursos y posibilidades dramáticas. A partir de las ruinas de Celama se construye un mundo de entidad superior, con un imaginario cargado de símbolos y referencias, reflexivo, emocionante, no exento de humor, ascético y legendario”.
Con un reparto de once actores y la versión teatral firmada por el propio Luis Mateo y Fernando Urdiales, Corsario co-produce este espectáculo con una nueva compañía leonesa: Cantárida Teatro.
