Teatro de los Manantiales presenta ‘Ácaros en La Fundición
La compañía Teatro de los Manantiales llega por vez primera a los escenarios de Euskal Herria con su obra ‘Ácaros’, que se podrá ver en la sala La Fundición de Deusto entre los días 4 y 6 de noviembre. Una Dependienta de la sección de lencería de unos conocidos grandes almacenes lee en un manual sobre Tantra que en la India es posible tener orgasmos infinitos. Una Madre amenaza al mundo entero con ponerse a llorar y causar una verdadera catástrofe natural… y esta vez – advierte – no habrá Arca de Noé para salvar una pareja de cada especie. Un Taxista piensa que si todo el mundo fuese como él, la cosa sería muy distinta y todo iría mejor, al menos para él. Un Vendedor de billetes de metro se siente como un pez abisal, sabe que si sale a la superficie, estallará. Un suelo lleno de colillas. Todo se llena de polvo y los ácaros toman posiciones. Un enfrentamiento de familias, un sacrificio. Un rancio drama familiar en un viaje astral. Hablamos demasiado, hacemos poco. Una cabeza que ordena y desordena todo. Cualquier sentimiento de amor, dolor o terror está muy cerca del patetismo.
ÁCAROS plantea un extraño drama familiar filtrado por un viaje astral. Posiblemente, si nos viésemos por un microscopio, no seríamos tan diferentes a los ácaros. ÁCAROS narra el enfrentamiento entre dos familias: una en proceso de descomposición y otra que no acaba de formarse. Un conflicto generacional donde terminamos por empeorar la herencia de nuestros mayores. Todos buscamos la familia que no tuvimos, que creímos que nos merecíamos, en otro lado. Y, al final, todas las familias son iguales. ÁCAROS también habla de la pérdida de nuestros sentidos, no del sentido de la vida, que eso ya se da casi por perdido, sino de los sentidos que nos adhieren a la realidad. Habla del secuestro de nuestros cinco sentidos, del secuestro de nuestra percepción de la realidad. Cada personaje es un pedazo de nosotros, en diferentes edades, con diferentes sexos. Quizás sólo sea una obra que reivindica reencontrarnos con nuestros sentidos, cuando hoy recibimos por ellos tanta información con la oscura intención de atrofiarlos. El sentido de esta obra está, pues, en los sentidos.